DEPARTAMENTO DE ESTADO - Bajo la presión de legisladores estadounidenses, el Departamento de Estado anunció el martes que el secretario de Estado, Rex Tillerson, convocará una junta de revisión de rendición de cuentas para investigar los ataques a la salud de 24 funcionarios diplomáticos estadounidenses en Cuba.
Todd Brown, director asistente de seguridad diplomática para programas internacionales en el Departamento de Estado, dijo a una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado que las autoridades están investigando diversas causas potenciales de los ataques.
"Creo que es viral. Hay ultrasonido. Hay una variedad de cosas que los expertos técnicos están estudiando", dijo Brown.
El funcionario reconoció que el Departamento de Estado no ha podido averiguar quién es responsable de los ataques o qué métodos se usaron, y dijo que el FBI inició la investigación en mayo.
"Desde entonces, un equipo del FBI ha visitado La Habana en varias ocasiones y se ha reunido con funcionarios cubanos. La investigación del FBI entrevistó a las víctimas y realizó inspecciones en las residencias y habitaciones de hotel. Sin embargo, la investigación continúa y remitiremos todas las preguntas específicas sobre la investigación al FBI ", dijo Brown.
El doctor Charles Rosenfarb, director de la Oficina de Servicios Médicos del Departamento de Estado dijo que los síntomas se asemejan más a los asociados con una lesión cerebral traumática leve.
"Aunque el grupo reunido identificó que algunos de los síntomas del hallazgo podrían ser causados por otras cosas como enfermedades virales, traumatismo craneal previo, envejecimiento e incluso estrés, el consenso fue que los patrones de lesiones que hasta ahora se habían observado eran más probablemente relacionados con el trauma de una fuente no natural ", dijo Rosenfarb a los legisladores.
'Ataques dirigidos'
Durante la audiencia del martes, los senadores de ambos partidos criticaron a los funcionarios del Departamento de Estado por lo que llamaron una respuesta "lenta" e inadecuada a lo que Tillerson dice que son "ataques dirigidos".
"Esto no fue algo conducido por una operación fallida", dijo el senador Marco Rubio, un republicano cubanoamericano, . "Lo que sea que le sucedió a estas personas ocurrió como resultado de una tecnología sofisticada que, francamente, es tan sofisticada que no la entendemos".
Rubio enumeró los síntomas médicamente confirmados que los 24 estadounidenses han experimentado: "dolor de oído agudo, dolores de cabeza sordos, zumbido en un oído, vértigo, problemas de enfoque visual, desorientación, náuseas y fatiga extrema".
Dijo que los incidentes comenzaron en noviembre de 2016, con incidentes adicionales el año pasado.
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Su compañero el también senador cubanoamericano y demócrata de alto rango Bob Menéndez también dijo que estaba indignado por los ataques y que no estaba satisfecho con la respuesta del Departamento de Estado.
"Es desafortunado que desde que se conocieron las noticias de estos extraños y viciosos ataques el verano pasado, no hemos visto más protestas públicas contra el gobierno cubano", dijo Menéndez.
El Secretario de Estado adjunto interino para Asuntos del Hemisferio Occidental, Francisco Palmieri, defendió la respuesta del Departamento durante la audiencia del martes, diciendo que la salud y el bienestar de las 24 víctimas confirmadas sigue siendo la prioridad principal del Secretario Tillerson y de la agencia que preside.
Al ser interrogado por el senador Rubio sobre la ley que obliga al Departamento de Estado a convocar una junta de revisión de rendición de cuentas cuando el personal diplomático estadounidense sufre lesiones graves en sus puestos en el extranjero, Palmieri diji que Tillerson convocará una junta de revisión e informará oficialmente pronto al Congreso de sus intenciones.
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Confuso'
Cuba ha negado toda participación, llevó a cabo su propia investigación y permitió que funcionarios del Departamento de Estado y del FBI viajen a Cuba para realizar su propia pesquisa sobre lo que los funcionarios de los EE. UU. Aún describen como ataques "desconcertantes".
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Luego de los incidentes, Estados Unidos retiró a varios diplomáticos no esenciales y sus familias de Cuba y expulsó a 15 cubanos de la embajada cubana en Washington.
El senador Menéndez dijo que expulsar a un puñado de diplomáticos no fue una movida audaz, y que la respuesta del Departamento de Estado ha sido burocrática y preocupante, y señaló que el Departamento ni siquiera había advertido a los diplomáticos estadounidenses asignados a Cuba sobre los riesgos para su salud y seguridad.
Añadió que el régimen de Castro ha demostrado una y otra vez que no es un actor responsable en la comunidad de naciones y que no tiene respeto por los derechos humanos individuales.
"El gobierno cubano puede o no, al final del día, ser responsable de atacar a nuestros diplomáticos. Pero como alguien que ha presenciado personalmente el modus operandi del gobierno cubano, es indescifrable que el régimen de Castro y los servicios de inteligencia específicamente no fueran conscientes de estos ataques ", dijo Menéndez.
En una entrevista con Associated Press publicada el lunes, el secretario de Estado Tillerson dijo que no tiene intención de restaurar la presencia diplomática estadounidense normal en Cuba, diciendo que estaría "poniendo intencionalmente en peligro a las personas" si enviaba diplomáticos a Cuba.
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