La posible asistencia de Cuba a la VI Cumbre de las Américas que se celebrará en Colombia en abril centralizó la atención de Estados Unidos, así como los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), los cuales condicionaron su asistencia si el gobierno de la isla es negado a asistir.
"Nuestro punto de vista sobre la posición de Cuba respecto a la Cumbre de las Américas no ha cambiado y no creemos que la postura de las naciones de la Cumbre deba cambiar tampoco", indicó la portavoz del departamento de Estado Victoria Nuland al agregar que no iba “a entrar a hacer hipótesis” sobre la asistencia de EE.UU.
Los países miembros de la ALBA anunciaron desde Caracas tras una cumbre el pasado fin de semana, que analizarán el tema el 14 de febrero en una nueva reunión en La Habana.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso invitar a Cuba, pero fue el mandatario venezolano, Hugo Chávez, quien recomendó consultar primero a Colombia, como país anfitrión del encuentro en Cartagena de Indias el 14 y 15 de abril.
Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores colombiana, María Ángela Holguín, manifestó que viajará a Cuba para conocer si ese país desea participar de la cita y enfatizó que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos buscará un consenso entre las naciones del continente.
"Lo que sí queremos es que todos estemos de acuerdo. No queremos imposiciones, no queremos que unos quieran y otros no”, dijo la canciller.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, recordó que pese a que la Asamblea General del organismo levantó la suspensión que excluía a Cuba en 2009, el gobierno de Raúl Castro no había solicitado iniciar el proceso necesario para reintegrarse al organismo internacional.