El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solis, dijo este domingo al llegar a La Habana, que su país no puede seguir cuidando indefinidamente a miles de inmigrantes cubanos varados en su territorio, a quienes otros países no permiten pasar hacia Estados Unidos.
"Siendo un país pequeño, no podemos mantener indefinidamente esta tarea", dijo Solís del esfuerzo por parte de funcionarios nacionales y locales, iglesias y empresas privadas para apoyar a los cubanos, la mayoría de los cuales viven en refugios.
Los cubanos son parte de un repentino aumento de migrantes cubanos que buscan llegar al norte antes de que se termine la llamada “Política de pies secos, pies mojados” implementada en 1995, la cual temen termine con el acercamiento diplomático entre Washington y La Habana.
Cuba ha pedido repetidamente a EE.UU. descartar esa política y ha solicitado ayuda a los gobiernos afines de la región para impedir que se siga dando.
El tema tomó proporciones de crisis cuando Costa Rica arrestó a un grupo de traficantes de personas, dejando a unos 5.000 cubanos sin una solución inmediata. Luego cerró su frontera y le otorgó a los isleños visas temporales para seguir su viaje.
Pero Nicaragua, escuchando el pedido cubano, se negó a hacer lo mismo.
Otros 1.300 a 1.500 cubanos se encuentran en Panamá, ubicado más al sur, intentando llegar a Costa Rica.