El gobierno de Colombia exigió que Venezuela respete a los colombianos deportados luego del cierre de la frontera entre ambos países ordenado por el presidente Nicolás Maduro.
Más de 1.000 colombianos han sido deportados, expulsados o repatriados desde Venezuela. La mayoría ha llegado a la ciudad de Cúcuta, donde denunciaron que fueron maltratados por las Fuerzas Armadas venezolanas y sus casas destruidas.
"Allanar las viviendas, sacar a la fuerza a los habitantes, separar las familias, no dejarles sacar sus pocos bienes y marcar las casas para luego demolerlas, son procedimientos totalmente inaceptables y recuerdan episodios amargos de la humanidad que no pueden repetirse", dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en una alocución por televisión.
"Al Gobierno de Venezuela le exigimos respeto por todos los colombianos: desde los más humildes hasta los más poderosos; desde los más cercanos a nuestro gobierno hasta los que nos critican ferozmente", agregó.
La orden de deportación se generó en respuesta a un ataque de supuestos contrabandistas que operan en la frontera contra militares venezolanos, el cual dejó como saldo dos soldados heridos.
Maduro declaró un estado de excepción para restablecer el orden, pero la oposición política lo acusa de usar la frontera como una cortina de humo para disimular la crisis política y social que atraviesa el país.
Los cancilleres de los dos países se reunirán este miércoles en Cartagena para tratar de buscar una solución a la crisis.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera terrestre de 2.219 kilómetros que facilita el paso a uno y otro lado sin mayores controles, al igual que actividades ilegales como el contrabando de alimentos y combustibles.