Las fuerzas venezolanas de seguridad reunieron a cientos de colombianos para su deportación, dentro de una campaña de seguridad en la frontera que comparten los dos países.
Un total de 791 colombianos que residían sin autorización legal en Venezuela fueron entregadas al consulado general colombiano, indicó el gobernador del estado de Táchira, José Gregorio Vielma Mora. Las casi 800 personas fueron identificadas durante una operación de cuatro días contra contrabandistas y bandas criminales que operan en la frontera de 2.200 kilómetros.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó el viernes el estado de excepción, que incluye el cierre de la frontera, después de que tres soldados resultaran heridos por hombres armados que, según Maduro, pertenecían a pandillas paramilitares que operaban desde Colombia.
Aunque los agresores siguen prófugos, el incidente provocó una airada respuesta de Maduro, que envió 1.500 soldados a patrullar la zona en busca de contrabandistas y bandas colombianas a las que acusa de contribuir a la violencia rampante y el extendido desabastecimiento en Venezuela.
El ministro colombiano del Interior, Joan Fernando Cristo, viajó a la ciudad fronteriza de Cúcuta para supervisar la asistencia humanitaria a los deportados. Las autoridades intentaban reunir a 37 menores separados de sus familias durante el proceso, señaló el ministro.