El gobierno colombiano y las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciaron el domingo una reunión crucial para concretar la mesa de diálogos para la paz.
Durante el encuentro de tres días en Suárez, en el departamento del Cauca, al suroeste del país, se busca definir la fecha de instalación de la mesa, el "cese al fuego y los mecanismos de protección de la población civil”, informó el Alto Comisionado para la Paz en su cuenta de X, la plataforma conocida previamente como Twitter.
La zona del Cauca es una de las más afectadas por los enfrentamientos entre grupos guerrilleros armados y militares, los cuales han provocado el desplazamiento y confinamiento de la población.
En un mensaje difundido en la misma plataforma de redes sociales, la presidencia de Colombia señaló que la hoja de ruta que guiará las conversaciones establece que la mesa se instalará en Colombia, “cerca de la población afectada” y que se “pactarán garantías a las comunidades y organizaciones sociales”.
Se estima que una vez definidos los protocolos y el marco para la negociación, se podría expedir el decreto en el que se establecen las condiciones del cese al fuego y el fin a las hostilidades contra la población civil como “principio básico” para el inicio de la mesa de paz.
El proceso contará con la presencia de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Conferencia Episcopal, el Consejo Mundial de Iglesias, además de los países garantes Noruega, Suiza, Irlanda, Venezuela y la Unión Europea.
Se trata de la segunda reunión entre las partes en poco menos de dos meses, luego de que el pasado 9 de julio el gobierno del presidente Gustavo Petro y las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC anunciaron su voluntad para emprender el diálogo.
Un eventual acuerdo de paz con el Estado Mayor Central, encabezado por alias “Iván Mordisco”, permitiría el desarme de unos 3.000 miembros. Sin embargo, existen otras estructuras residuales agrupadas en La Segunda Marquetalia, a cargo de alias 'Iván Márquez', cuyo estado de salud es a día de hoy una incógnita.