China, uno de los principales importadores de petróleo iraní, protestó el martes contra la decisión de Estados Unidos de sancionarle junto a otros siete países si continúan comprando crudo a la república islámica de Irán.
“China se opone firmemente a la aplicación de sanciones unilaterales por parte de Estados Unidos”, declaró a la prensa el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, quien consideró que la decisión de Washington “intensificará las turbulencias en Oriente Medio”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió poner fin el 2 de mayo a las derogaciones que todavía permitían a ocho países (China, India, Turquía, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Italia y Grecia) para importar crudo iraní.
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El objetivo de Estados Unidos es “llevar a cero las exportaciones” y “privar al régimen de su principal fuente de ingresos”, indicó el lunes la Casa Blanca.
Esta medida, que disparó al alza los precios del petróleo, podría tener consecuencias para la economía china y para las negociaciones comerciales en curso con Estados Unidos.
Según la agencia especializada S&P Global Platts, Irán exportó un promedio de 1,7 millones de barriles diarios en marzo, incluyendo unos 628.000 con destino a China.
“China pide a Estados Unidos que respete sus intereses y preocupaciones”, dijo el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.
Sin precisar si Beijing suspendería o no sus importaciones de crudo iraní, Geng dijo que su país continuará “salvaguardando los derechos legítimos de las empresas chinas”.
“La medida tomada por Estados Unidos intensificará las turbulencias en Oriente Medio así como el mercado energético internacional”, advirtió.