Ante la llegada de la pandemia de la COVID-19 y las medidas de restricción, todos los negocios, incluyendo los familiares, dedicados a ofrecer productos o servicios considerados como “no básicos”, han tenido que reinventarse en Guatemala para continuar generando recursos debido a que son la única fuente de ingresos.
Un ejemplo de ello es el caso de Stuardo Morales, quien tenía cinco años de trabajar junto a su familia en la organización y presentación pública de músicos y artistas, y ahora su negocio es la venta y entrega de carne a domicilio.
“Tuvimos que buscar nuevas maneras de generar ingresos y junto con mi esposa incurrimos en la venta de carne” indicó Morales, al relatar que la idea surgió pensando en ofrecer productos de primera necesidad. Después decidieron implementar el servicio a domicilio y se han publicitado a través de las redes sociales.
“Mi esposa me ha apoyado bastante, ella ve la parte administrativa, el control de las compras y las ventas” indicó Morales. Además, explicó que el plan familiar es salir adelante juntos con el emprendimiento e “incluir más alimentos de primera necesidad”.
Según el analista en economía del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales –CIEN-, David Casasola, estas iniciativas son estrategias que las familias han utilizado ante la emergencia, dando un giro al tipo de negocios familiares.
“Son actividades que se han tenido que reinventar hacia lo que ahora se está demandando más, que son productos de higiene y productos para el consumo en el hogar” indicó Casasola, ante la realidad que vive la economía guatemalteca y la disminución de ingresos.
El analista también expone que en Guatemala históricamente siempre han existido sectores informales o de pequeña escala, que a pesar que son informales, ocupan una gran porción de la población: casi el 70 % de la Población Económicamente Activa (PEA), equivalente a más de 4 millones de personas ocupadas en este tipo de actividades.
Sin embargo, la situación se proyecta aún más difícil, pues la curva de contagios en Guatemala sigue en aumento y eso ha pospuesto las etapas de reapertura con escenarios cada vez más críticos respecto al crecimiento económico. Según el analista del CIEN, se perderán alrededor de 70 mil empleos formales como consecuencia de la pandemia.
Guatemala registró hasta el jueves 32.939 casos confirmados por COVID-19 y 1.404 muertes.