El presidente electo, Donald Trump, y el ex gobernador de Massachussetts, Mitt Romney, volvieron a reunirse el martes por la noche, para cenar juntos y conversar de política mientras cenaron patas de rana, escalopes y costillas de cordero en el restaurante del Trump International Hotel en Nueva York.
“Tuve una hermosa velada con el presidente electo”, dijo Romney después del encuentro, el segundo entre ambos desde que Trump fue elegido presidente.
“Tuvimos otra conversación sobre asuntos de todo el mundo y estas conversaciones que he tenido con él han sido ilustradoras, interesantes y cautivadoras”, añadió el ex gobernador, uno de los aspirantes al cargo de secretario de Estado en el nuevo gobierno.
Los elogios para Trump —muy distantes de las acusaciones de ser un “estafador” que hizo Romney durante la campaña—llegaron hasta el punto de reconocer que Trump logró algo que él no pudo en dos intentos: “Ganó”.
El exgobernador también alabó el discurso de victoria, el cual describió como “un mensaje de inclusión y de unir a la gente”.
“Tengo la impresión de que Estados Unidos tiene sus mejores días por delante”, añadió Romney en contraste con el oscuro panorama que preveía hace unos meses si Trump era elegido. “Y lo que he visto a través de estas discusiones… como lo que hemos visto en su discurso la noche de su victoria, y por la gente que ha seleccionado como parte de su transición, todo esto combinado me da una creciente esperanza de que el presidente electo Trump es el verdadero hombre que nos puede llevar a un mejor futuro”, apuntó.
Además de Romney, Trump estaría considerando para el cargo de secretario de Estado al ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani; al General retirado y ex director de la CIA, David Petraeus; y al presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker.
El circulo cercano a Trump ha manifestado su rechazo a Romney de forma abierta, pero según los analistas, sigue teniendo fuertes posibilidades de ser incluido en el gabinete, especialmente tras la aparente caída de gracia de Giuliani, a quien se le han señalado posibles conflictos de interés de ser nombrado en el Departamento de Estado.