El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, hizo un guiño al ala moderada del Partido Republicano escenificando una reconciliación con Mitt Romney.
El que fuera candidato a la Casa Blanca en 2012, se convirtió durante la campaña de este año uno de los mayores críticos de Trump dentro de las filas republicanas, pero hoy no dudó en acudir a la llamada del próximo presidente y ofrecer una imagen de unión.
Trump y Romney se reunieron durante algo más de una hora en una propiedad que el magnate neoyorquino tiene en Nueva Jersey y discutieron principalmente de asuntos exteriores.
"Tuvimos una conversación de alcance sobre los varios escenarios del mundo donde hay intereses significativos de Estados Unidos", dijo Romney a los periodistas tras el encuentro.
En unas breves declaraciones, el exgobernador de Massachusetts explicó que intercambió opiniones con Trump sobre esos asuntos y calificó la discusión como "profunda".
"Agradezco la oportunidad de hablar con el presidente electo y espero ansiosamente a la próxima Administración y las cosas que va a hacer", señaló, mientras que Trump se limitó a decir a los periodistas que la reunión fue "genial".
Para algunos analistas, la elección de Romney como jefe de la diplomacia permitiría al presidente electo contar con una voz que modere la influencia de los "halcones" que ha elegido para varios puestos clave.
El encuentro fue el primero de una larga lista de contactos que el presidente electo mantuvo hoy con aspirantes a entrar en la Administración y figuras políticas y de otros ámbitos.