El ritmo de nombramiento de funcionarios de la próxima administración de Donald Trump podría acelerarse de nuevo esta semana luego de una pausa por el feriado de Acción de Gracias.
Ninguna de las nominaciones está generando mayores intrigas que el cargo de secretario de Estado. La disputa parece estar entre el exalcalde de Nueva York, Rudy Giulani, y el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney.
Giuliani, uno de los allegados más leales de Trump, dijo a los reporteros que no estaba dispuesto a discutir “política o lo que [Trump] decide o no decide” o si podría escoger a Romney, uno de los más fieros detractores del magnate durante la campaña.
El círculo cercano a Trump sí ha hecho saber su disgusto con Romney.
“Ahora esto es el partido de Donald Trump y ganó estados que Mitt Romney perdió. Digo, ganó Michigan; Mitt Romney lo perdió por 10 [por ciento]”, dijo el domingo la portavoz de Trump, Kellyanne Conway, en el programa This Week de la cadena ABC. “Solo quisiera que el gobernador Romney fuera igual de crítico con Hillary Clinton”.
Mandato por el cambio
Uno de los exrivales de Trump dijo estar satisfecho con los nombramientos del presidente electo hasta ahora.
“Me siento entusiasmado por el equipo que se está formando, de su enfoque”, dijo el senador republicano por Texas, Ted Cruz. “Me siento entusiasmado por su plan para los primeros 100 días de actuar agresivamente, de quitar la carga de los hombros de la pequeña empresa y los creadores de empleo. Eso es lo que el presidente debería estar haciendo”.
Cruz añadió que los republicanos no deben ser tímidos para empujar su agenda luego de la toma de posesión.
“Tenemos un mandato por el cambio. A los republicanos se nos ha dado la oportunidad —se nos ha entregado el control de la Casa Blanca, de todo el poder ejecutivo, y de ambas cámaras del Congreso. No podemos fallar. Tenemos que responder”, dijo.
