Una caravana de alrededor de 2.000 migrantes partió el sábado del sur de México con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
La mayoría de los migrantes que partieron de Tapachula, Chiapas, en las primeras horas del sábado se encontraban desde hacía semanas o meses en la ciudad apenas al norte de la frontera con Guatemala a la espera de documentos de residencia o tránsito mexicanos.
Los migrantes provienen de Centroamérica, el Caribe o África. Abandonaron sus países de origen para huir de la violencia o en busca de mejorar su nivel de vida.
Hasta el momento las autoridades mexicanas no intentaban cerrarle el paso al grupo, que se dirigía por una ruta hacia la población de Arriaga vigilados por funcionarios de derechos humanos y la policía federal.