El total de migrantes detenidos en la frontera con México bajó en septiembre por cuarto mes consecutivo, reportó el martes el gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump.
El comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza, Mark Morgan, precisó que los agentes fronterizos interceptaron unos 52.000 migrantes en la frontera el mes pasado, alrededor de 65% menos que el pico que se registró en mayo, de unos 144.000.
Es casi seguro que el mandatario, quien ha usado el reporte mensual como barómetro para ver si sus políticas migratorias de mano dura están funcionando o no, reaccionará a la noticia presumiendo que éstas están dando resultados. Frenar la inmigración ha sido el tema insignia del presidente, pero las cifras generales aumentaron espectacularmente bajo su gestión.
El total de migrantes interceptados en la frontera durante el año fiscal 2019 probablemente va a sumar casi un millón, una de las cifras más elevadas que se hayan registrado.
El volumen de migrantes que cruzan la frontera casi agotó los recursos y ocasionó críticas por las condiciones insalubres en las estaciones fronterizas, donde familias y niños estuvieron detenidos a veces por días y semanas, pese a que estas instalaciones estaban hechas para detener a personas por un máximo de 72 horas.
El total de migrantes que cruzan la frontera generalmente baja durante el verano por el calor. Los cruces vuelven a subir cuando el tiempo comienza a ponerse fresco, aunque las autoridades han insistido que el declive no se debe simplemente a los cambios estacionales. Morgan dijo que las estrategias del gobierno han dado resultados.
Algunas de esas políticas incluyen negar asilo a la mayoría de los migrantes que atravesaron otros países antes de llegar a la frontera sur y enviar más de 45.000 migrantes de regreso a México para que allí esperen la respuesta a sus solicitudes de asilo.
“Las estrategias del gobierno han dado resultados, resultados espectaculares”, dijo Morgan en la sala de prensa de la Casa Blanca.
En las instalaciones fronterizas hay menos detenidos. Hace cuatro meses, había unos 19.000, cantidad enorme cuando 4.000 ya era considerado un nivel crítico. Ahora hay menos de 4.000, dijo Morgan.
La mayoría de los inmigrantes que vienen a Estados Unidos son familias centroamericanas que huyen de la violencia y la pobreza y se entregan al cruzar la frontera. Muchos solicitan asilo.
El gobierno estadounidense ha dependido del programa del gobierno mexicano “Permanecer en México”, mediante el cual Estados Unidos envía a México a solicitantes de asilo para que allí esperen hasta que les llegue la fecha de su audiencia en una corte al otro lado de la frontera.
Sin embargo, hay cada vez más reportes que señalan casos de secuestros, robos y extorsión a migrantes en México. Los homicidios en México aumentaron el año pasado a casi 35.000, un aumento de casi 8.000 en comparación con 2011, cuando la violencia por los carteles de narcotráfico alcanzó su pico.