Tras el terremoto y tsunami de Japón del pasado 11 de marzo de 2011, científicos estadounidenses insistieron que California debe estar preparada para un terremoto de grandes proporciones.
Por esa misma razón, las autoridades del estado están tratando de asegurarse que la población esté lista.
“Agáchese, protéjase y espere”, son las instrucciones en las prácticas que realizan los californianos en preparación para un terremoto y tsunami.
El sismo más fuerte que estremeció el estado se produjo en 1994 y fue de una magnitud de 6,7 y afectó sobre todo a un suburbio de Los Angeles donde murieron 57 personas y miles quedaron heridas.
Pero los expertos dicen que un terremoto aún mayor, posiblemente de magnitud 7,8 estremecerá en los próximos años la región angelina en la sureña falla de San Andrés y podría causar miles de muertos y millonarios daños.
Se ha pronosticado que el norte de California también podría ser afectado.
Por su parte, la Cruz Roja sostiene que todos los residentes deben tener un equipo para desastres y suministros esenciales.
Lisa Klink, especialista en educación de la Cruz Roja, dice que "usted podría estar solo por unos días, de visita, pero aún así debería estar preparado para eso. Nosotros advertimos que la gente debe tener por lo menos tres días de alimentos y agua y suministros en casa, lo ideal sería para una semana, pero por lo menos deberían tener para tres días".
California tiene uno de los códigos de edificación más estrictos del mundo, pero las autoridades dicen que les preocupan las escuelas y que incluso en edificios seguros la gente puede resultar herida.
La Cruz Roja de Estados Unidos y los departamentos de bomberos locales ofrecen entrenamiento para desastre e insisten en que todos los residentes debe tener un plan listo para el caso de una emergencia