Después de un fin de año que arrastró un diferendo diplomático entre los gobiernos de Bolivia y España, este jueves concluyó un encuentro con europarlamentarios que escucharon los argumentos del país latinoamericano para declarar "personas no gratas" a diplomáticos españoles en La Paz.
El Ministerio de Gobierno de Bolivia reseñó hoy parte de las conversaciones sostenidas entre la canciller de su país, Karen Longaric, el diputado del Congreso español, Víctor González y el eurodiputado de la Asamblea Parlamentaria Euro Latinoamericana, Hermann Tert.
Los resultados fueron dados a conocer por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, junto al Ministro de Defensa, Fernando López.
“Hoy tuvimos el gusto de recibir y explicar a los legisladores europeos y explicar sobre los acontecimientos que se han vivido en Bolivia y con mucha preocupación han venido para saber sobre lo que sucedió el 27 de diciembre”, manifestó Murillo, citado en el Comunicado oficial.
“Fue un diálogo muy constructivo, muy honesto, que ha ayudado mucho a aclarar la situación”, resumió el jefe de la delegación adjunto de la UE, Jörg Schreibers.
La cita tuvo lugar a pedido de Longaric para exponer ante los diplomáticos europeos los motivos para la declaratoria de personas no gratas de la encargada de negocios de la Embajada de España, Cristina Borreguero, y del cónsul de ese país, Álvaro Fernández. Los diplomáticos habían asistido a una reunión en la residencia de México, que ofrece asilo a nueve exfuncionarios del gobierno de Evo Morales.
“Tuvimos unas explicaciones nada convincentes y no nos ha parecido insuficientes, por eso hemos venido (…) tuvimos una larga conversación de los ministros a quienes agradecemos mucho su disposición, claridad y colaboración”, dijo el eurodiputado Terstch en la conferencia de prensa.
El gobierno boliviano denunció y mostró cómo unos encapuchados, en un vehículo de matrícula diplomática perteneciente supuestamente a España, irrumpieron en las cercanías de la residencia mexicana en La Paz.
Antes de ingresar esta mañana a la reunión, Schreibers hizo saber que, al margen del incidente, se mantiene la buena relación con el gobierno Áñez, aunque ratificó el pedido para que baje la tensión de las relaciones entre Bolivia y España.
“Nosotros estamos aquí para ratificar nuestra solicitud de bajar la tensión, pero también estamos aquí para ratificar nuestro compromiso con Bolivia (…) Seguimos en buen contacto con la Cancillería, con el gobierno, tenemos un buen compromiso con nuestros países y seguimos en esto”, afirmó el europarlamentario.