El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que los hospitales de Gaza “deben ser protegidos” mientras las fuerzas israelíes continúan atacando las instalaciones de atención médica en el enclave palestino por afirmar que Hamás las está utilizando como cobertura.
Biden reaccionó a informes sobre el empeoramiento de la crisis en el Hospital Al Shifa, el principal centro médico de la ciudad de Gaza, que ha estado rodeado y bajo asedio por las fuerzas israelíes durante varios días. Los servicios en Al Shifa se han cerrado debido a la falta de combustible, alimentos y agua.
Miles de pacientes desesperados huyeron del hospital durante el fin de semana, dejando sólo 650 junto con miles de palestinos desplazados que buscaban refugio de los combates.
El Ministerio de Salud palestino dijo el lunes que 32 pacientes en Al Shifa, incluidos tres bebés, han muerto desde que comenzó el asedio debido a la falta de electricidad.
Se informa que los médicos que se están quedando sin suministros operan allí a pacientes heridos de guerra, incluidos niños, sin anestesia. Un médico compartió una foto que muestra a nueve bebés prematuros compartiendo una cuna.
El ejército israelí dijo este martes que transferirá las incubadoras, que se utilizan para mantener calientes a los recién nacidos prematuros, desde Israel al hospital Al Shifa.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el centro médico "ya no funciona como hospital" y que la situación en el lugar es "espantosa y peligrosa".
Al Quds, otro hospital de Gaza, cerró el domingo porque se quedó sin combustible. La Media Luna Roja Palestina, que opera la instalación, dijo que se estaban haciendo preparativos para que las fuerzas israelíes evacuen a unos 6.000 pacientes, médicos y personas desplazadas.
Israel dice que Hamás, designado por Estados Unidos como un grupo terrorista, se está protegiendo entre los civiles en el hospital y tiene un centro de comando dentro y debajo del complejo médico.
Israel no ha proporcionado fotografías ni videos que respalden sus afirmaciones, pero ha compartido imágenes de militantes operando en barrios residenciales y posicionando cohetes y armas cerca de escuelas y mezquitas.
Tanto Hamás como el personal del hospital niegan las acusaciones israelíes.
“Tengo la esperanza y la expectativa de que haya menos acciones intrusivas en relación con los hospitales”, dijo el presidente Biden a los periodistas durante un evento en la Oficina Oval.
Las autoridades palestinas en Gaza dicen que más de 11.000 personas, de ellas alrededor del 40 % niños, han muerto desde que Israel lanzó una gran ofensiva aérea y terrestre en respuesta al ataque de militantes de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre que dejó 1.200 muertos. Más de 240 personas fueron secuestradas y actualmente están retenidas como rehenes por Hamás.
Israel ha rechazado la creciente e intensa presión internacional para imponer un alto el fuego que permita la entrega de ayuda humanitaria críticamente necesaria a Gaza, pero ha aceptado pausas humanitarias diarias de cuatro horas para permitir la apertura de dos corredores que permitan a los palestinos evacuar el norte de Gaza.
David Ignatius, columnista de asuntos exteriores del Washington Post, informó el lunes que Israel y Hamas están cerca de llegar a un acuerdo que liberaría a varias de las mujeres y niños israelíes que fueron secuestrados durante la incursión del 7 de octubre, a cambio de la liberación de Israel de decenas de mujeres y jóvenes palestinos recluidos en sus prisiones.
El posible acuerdo, también informado por la AFP, iría acompañado de un alto el fuego temporal de cinco días para permitir un viaje seguro a los cautivos israelíes, así como ayuda humanitaria para llegar a los civiles palestinos en Gaza.
La guerra entre Israel y Hamás ha provocado una creciente disidencia dentro del Departamento de Estado de EEUU sobre el enfoque del conflicto por parte de la administración Biden. El secretario de Estado, Antony Blinken, envió el lunes una carta en que reconoció que “el sufrimiento causado por esta crisis está cobrando un profundo precio personal”.
“La angustia que conlleva ver las imágenes diarias de bebés, niños, personas mayores, mujeres y otros civiles sufriendo en esta crisis es desgarradora. Yo mismo lo siento”, dijo Blinken en la carta, escrita días después de regresar de una ronda de diplomacia personal por el Oriente Medio y Asia.
Funcionarios anónimos dicen a los medios de comunicación que se han presentado múltiples mensajes con críticas a la política de la administración a través del canal de disidencia del Departamento de Estado, que se estableció durante la Guerra de Vietnam para permitir a los diplomáticos expresar desacuerdos con la política exterior de Estados Unidos sin temor a castigo.
[Con información de AP y AFP]
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