Arizona podría intensificar su política anti-inmigración contra los indocumentados al presentar una propuesta para exigir a los hospitales que verifiquen si los pacientes están legalmente en el país.
Los médicos mostraron su preocupación por que esa ley los convierta en agentes migratorios.
La Comisión de Justicia del Senado estatal convocará al sector sanitario a una audiencia sobre el tema después de que los médicos argumentaran que los inmigrantes con enfermedades contagiosas como tuberculosis pondrían exponerse a un grave riesgo para ellos mismos y para toda la población al preferir quedarse en casa en lugar de acudir a una clínica u hospital.
"Esto nos convierte en un estado policial que intenta atrapar a personas cuando están enfermas", dijo George Pauk, un doctor retirado que dirige la organización Médicos por un Programa Nacional de Salud. "¿Queremos evitar que los enfermos busquen atención médica?"
El Congreso de Arizona es el primero en el país que intenta semejante medida en medio de un embate nacional en estados conservadores por contener a la inmigración ilegal.
Pero no se trata de un debate nuevo, ya que los legisladores de este estado sacaron a la luz este planteamiento un año atrás, cuando aprobaron una ley para que la policía local pregunte la condición migratoria a los que generen sospechas de estar ilegalmente en el país cuando sean detenidos por violaciones a otras leyes. Una juez suspendió luego esa disposición.
La discusión sobre la nueva iniciativa comenzó unos días después de que una indocumentada en Texas, con un tumor en la espina dorsal, fuera expulsada del hospital en que estaba debido a su situación migratoria.
El nuevo proyecto no impediría la atención médica, sino que colocaría en los hospitales la responsabilidad de "ejercer la debida diligencia", según Russell Pearce, presidente del Senado de Arizona y principal promotor de la ley migratoria del año pasado.