El gobernador de Arizona, Doug Ducey, dijo el lunes que 225 efectivos de la Guardia Nacional del estado van camino a la frontera de Estados Unidos con México, en respuesta al llamado del presidente Donald Trump de apoyo militar para combatir el narcotráfico y la inmigración ilegal.
Más integrantes de la Guardia Nacional serán desplegados el martes, afirmó Ducey, que es republicano, quien además dijo que han estado en conversaciones con los cuatro gobernadores fronterizos.
Sobre la construcción del muro, Ducey explicó que las dos terceras partes de la frontera en su territorio ya tienen un muro y que si deciden completar el otro tercio lo "recibo con agrado".
Lo que más preocupa al gobernador de Arizona es el narcotráfico y el tráfico de personas por lo que no sólo es importante el muro sino también el uso de la tecnología. "No me gusta cómo nuestra frontera está abierta de par en par, especialmente en el sector de Tucson", agregó el gobernador de Arizona.
Por su parte, el presidente Donald Trump volvió a repetir el lunes que "necesitamos el muro" durante una reunión con los medios en la Casa Blanca.
“Necesitamos un muro, ya sea republicano o demócrata, necesitamos un muro. El muro detendrá el flujo de medicamentos, eliminará el ingreso de drogas e impedirá que muchas persons que no queremos en este país entren a nuestro país, pero ahora estamos poniendo a los militares y estamos colocando a la Guardia Nacional”, expresó el presidente de Estados Unidos.
Arizona envió sus efectivos después de que Texas anunció el viernes que despacharía 250 miembros de la Guardia Nacional, los cuales fueron transportados en helicópteros hasta la frontera.
Trump dijo la semana pasada que quería desplegar entre 2.000 y 4.000 miembros de la Guardia nacional en la zona limítrofe.
La gobernadora republicana de Nuevo México dijo que su estado participará en la operación pero no ha anunciado nada sobre el despliegue. El gobernador de California, el demócrata Jerry Brown, dijo el lunes que no ha decidido si enviará a miembros de la Guardia del estado.
Trump dijo que pretende utilizar las fuerzas militares en la frontera en lo que avanza su propuesta del muro fronterizo, la cual se ha atascado en el Congreso.
El secretario de Defensa, James Mattis, aprobó el viernes pasado que se pague a los 4.000 elementos de la Guardia Nacional con presupuesto del Pentágono considerado hasta finales de septiembre.
El Departamento de Defensa dijo en un memorando que los miembros de la Guardia Nacional no efectuarán labores policiales ni "interactuarán con migrantes u otras personas detenidas" sin la aprobación de Mattis.
"La portación de armas estará limitada a las circunstancias que puedan requerir defensa propia", señaló el departamento sin abundar en detalles.
Después de un descenso al inicio de la presidencia de Trump, el número de migrantes detenidos en la frontera suroccidental ha comenzado a aumentar de acuerdo con las tendencias históricas.
La Patrulla Fronteriza dijo que capturó en marzo a unas 50.000 personas, tres veces más que en marzo de 2017.
La cifra borró la declinación que Trump atribuyó repetidamente a su postura. Las detenciones fronterizas continúan muy por debajo de las cifras de cuando los ex presidentes George W. Bush y Barack Obama desplegaron elementos de la Guardia Nacional en la frontera.