Las declaraciones del primer ministro del Reino Unido, David Cameron, en el parlamento británico donde afirmó que “mientras las Islas Malvinas quieran ser territorio soberano inglés, van a permanecer territorio soberano británico: punto final”, generó un profundo rechazo en el gobierno de Argentina.
Al cumplirse 29 años de la guerra del Atlántico Sur, se reavivó la polémica sobre la discusión respecto del futuro del territorio isleño.
La presidenta de Argentina Cristina Fernández dijo que las palabras del premier británico “son un gesto de mediocridad y casi de estupidez, propio de una burda potencia colonial en decadencia”.
“El primer ministro del Reino Unido sostuvo lo que la cancillería (de Argentina) ha definido como un gesto de arrogancia, y yo lo defino como un gesto de mediocridad y casi de estupidez” dijo la presidenta Fernández. “Las palabras: punto final, para la historia de nuestras Islas Malvinas, como un punto final a la historia. Quiero decirles en nombre de todos los argentinos, que los argentinos nunca creímos en los puntos finales, ni en los derechos humanos, y mucho menos en los derechos soberanos de nuestras Islas Malvinas” afirmó la mandataria. “Solamente la mediocridad, solamente la arrogancia creen que se puede poner el punto final a una historia”.
La presidenta Argentina reclamó a Gran Brataña que “se sienten a dialogar y a negociar como marca la resolución de Naciones Unidas (ONU). Vamos a hacerlo en todos y cada uno de los foros, vamos a decir que en el siglo XXI, siguen siendo una burda potencia colonial en decadencia, porque el colonialismo es algo antiguo además de injusto, y lo vamos a decir sin cansarnos, pero las vamos a volver a recuperar en el marco del derecho internacional y de la paz, que no les quepa dudas”.
El gobierno argentino aprovechó la visita del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, para reafirmar su intención de volver a abrir las negociaciones, ya que como organismo rector del proceso de descolonización iniciado a mediados del siglo XX, la ONU reconoce que Buenos Aires tiene razones para reclamar la soberanía del territorio, pero no puede forzar a Londres a entrar en negociaciones. Por eso el representante de Argentina en la ONU, Jorge Argüello, dijo que el comité tendrá un duro debate la próxima semana.
“Para decirlo en pocas palabras, las acciones que está llevando en el Atlántico Sur, Inglaterra, de modo unilateral significan la violación de las normas establecidas por las Naciones Unidas” afirmó Argüello.
El diplomático recordó que “la Organización de Estados Americanos (OEA) –incluso con el voto de Estados Unidos- sacó una declaración contundente respecto de la necesidad que las dos partes se sienten a negociar. Esto generó quejas y reclamos en la prensa doméstica y en el parlamento británico respecto de Estados Unidos”, explicó.
El representante argentino agregó que “el 21 de Junio, una fecha muy importante para la Argentina, es la reunión anual del Comité de Descolonización en Nueva York. Allí nosotros tenemos la expectativa de que haya una nueva ratificación de lo que ya viene siendo la posición casi podríamos decir histórica de Naciones Unidas apelando a la reapertura de las negociaciones”.
Mientras tanto, la embajada inglesa en Buenos Aires reiteró que la posición tradicional de los gobiernos británicos desde el fin de la guerra en 1982, repetida por Cameron, que es no discutir la pertenencia a no ser que los residentes expresen ese deseo. Por eso han mantenido y ampliado el comercio, la pesca, la extracción petrolera, las comunicaciones y el despliegue militar en las islas.