El primer cuerpo de una de las víctimas del Airbus de Air France, desaparecido en el Atlántico en 2009, cuando volaba de Río de Janeiro a París con 228 personas a bordo, fue recuperado casi dos años después del accidente.
La maniobra se concretó pocos días después del hallazgo de las cajas negras que se espera permitirán explicar las razones de la catástrofe.
El cadáver fue recuperado por equipos de rescate a 3.900 metros de profundidad, indicó la dirección de la Gendarmería Nacional Francesa (DGGN).
Varios cuerpos pudieron ser localizados porque permanecen aún atados a los asientos del avión, que cayó en el Atlántico poco después de despegar de Río de Janeiro, indicó la DGGN, que subrayó la dificultad de esta operación de rescate.
"Después de un intento infructuoso, los restos de una de las víctimas" del vuelo AF447, que cayó al Atlántico el 1 de junio del 2009, "pudieron ser llevados a bordo del barco 'La Isla de Sein", indicó la DGGN en un comunicado.
Las tareas de rescate de los restos de los cuerpos que permanecen en el interior del Airbus continuarán en los próximos días.
La operación en aguas del Atlántico se realiza con un batiscafo y varios robots teledirigidos a 3.900 metros de profundidad.
"Los despojos, que permanecieron sumergidos durante dos años a una profundidad de aproximadamente 3.900 metros, todavía atados a un asiento del aparato, parecían deteriorados", agregó la DGGN, que admitió que existen "fuertes incertidumbres" acerca de la recuperación de esos restos.
Dos días atrás los investigadores franceses anunciaron que habían recuperado la segunda caja negra del avión, la que grababa el entorno acústico del puesto de pilotaje.
Les causas del accidente del Airbus A330, que todavía no ha sido explicado y que costó la vida a 228 personas de 32 nacionalidades diferentes, entre ellas 61 franceses y 58 brasileños, podrían ser conocidas tras el análisis de las dos cajas negras rescatadas hace pocos días.
Aún falta por ver si todavía son legibles los grabadores del aparato, los únicos que permitirían determinar las causas exactas de la catástrofe.
La investigación del accidente del vuelo Río-París ha costado unos 35 millones de euros (más de $50 millones de dólares).