El capitán del avión de Air France no se encontraba en la cabina cuando la aeronave comenzó su fatídica caída que duró tres minutos y medio, según indican los resultados preliminares del análisis de las cajas negras del Air France estrellado en 2009, que apuntan a un error del piloto en el accidente en el que murieron 228 personas cuando el avión cayó en el Océano Atlántico en 2009.
La entidad francesa investigadora de accidentes aeronáuticos, la BEA, determinó en una de sus conclusiones iniciales que el capitán estaba descansando cuando comenzó la emergencia, según precisa la agencia Associated Press.
Los pilotos del vuelo 447 se confundieron cuando saltaron las alarmas de los indicadores de velocidad defectuosos, mientras el avión se encontraba en medio de una fuerte turbulencia.
Según el Wall Street Journal, la tripulación trató de descifrar los diferentes sonidos y mensajes de advertencia, al tiempo que monitoreaba los indicadores clave de la trayectoria del avión y del funcionamiento del motor.
El artículo señala que la tripulación no siguió los procedimientos estándar para mantener la velocidad aérea y mantuvo el nivel de la nave después de que el Airbus 330 sufriera turbulencias y un congelamiento inesperadamente alto a 35.000 pies de altura.
Los hallazgos de las grabadoras mostrarían que la nave de motores gemelos desaceleró peligrosamente luego de que el piloto automático se desconectó, según el diario estadounidense.
El Airbus viajaba de Río de Janeiro a París con 228 personas a bordo cuando ocurrió el accidente, el primero de junio de 2009. Expertos especulan que el congelamiento de los sensores de velocidad externos dio a los pilotos lecturas incorrectas. Según el Wall Street Journal, el hielo en los sensores puede hacer que los indicadores de velocidad de aire y otros sensores externos no funcionen bien.
El diario también dice que entre 2003 y 2009 Airbus tenía registrados 32 incidentes de congelamiento de sensores en aviones similares al que se accidentó.
