Un terrorista suicida estrelló este sábado una furgoneta contra un convoy militar de la OTAN en el suroeste de Kabul, la capital de Afganistán, y al menos causó la muerte a 12 soldados estadounidenses, uno canadiense, y a tres civiles y un policía afganos.
El ataque, que fue reivindicado por los talibanes, ocurrió cuando el convoy transitaba por la Universidad Americana, y la explosión fue tan potente que provocó una enorme columna de humo que pudo divisarse desde varios kilómetros de distancia.
Otros ocho afganos, incluidos dos niños , sufrieron heridas en el atentado, según informaron las autoridades en Kabul, que confirmaron que los talibanes se habían atribuido también otro ataque suicida con bomba, llevado a cabo por una mujer, contra una oficina de inteligencia del gobierno en la provincia de Kunar.
La voladura del convoy en Kabul es el atentado más mortífero que llevan a cabo los talibanes contra las tropas de la coalición desde que derribaron un helicóptero de la OTAN el 6 de agosto pasado en el este del país, y mataron a 30 militares estadounidenses y a ocho afganos.
En otro incidente ocurrido en las últimas horas, un sujeto vestido con uniforme de las fuerzas armadas afganas abrió fuego contra una base militar en la provincia de Uruzgan y causó la muerte a tres soldados de la OTAN.
Un vocero del ministerio de Defensa afgano dijo que se investigaba si el atacante, que fue muerto en el ataque, era miembro del ejército nacional o se trataba de un talibán con uniforme de soldado.
