Luego de que el gobierno de facto condicionó la salida del presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, hacia territorio mexicano, la canciller de este país Patricia Espinosa dijo que por ahora las condiciones del viaje no están vigentes.
Previo a viajar a Cuba, la funcionaria señaló que México, fiel a su tradición humanitaria, estará dispuesto a acudir en auxilio de aquellas personas que se encuentran en una situación difícil, y esta no será la excepción.
El miércoles, la cancillería mexicana inició gestiones, a solicitud de Zelaya, con el fin de obtener un salvoconducto para que el depuesto mandatario pudiera trasladarse desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa hasta al aeropuerto de la capital de Honduras, para de ahí viajar a México, donde permanecería por tiempo indefinido.
“Por el momento entonces, después de haber tenido una conversación telefónica con el presidente Zelaya, todo parece indicar que las posibilidades de que este traslado se dé no están vigentes. México, sin embargo, seguirá dispuesto y atento a buscar maneras para que podamos construir a la solución de esta crisis en Honduras”, dijo Espinosa.
La secretaria de Relaciones Exteriores confirmó que el gobierno mexicano envió un avión para recoger a Zelaya. Sin embargo, a última hora, el gobierno de Roberto Micheletti le solicitó abandonar su espacio aéreo.
La titular de la diplomacia explicó que aún no se había definido la calidad migratoria en que se acogería al presidente derrocado, pues esto se hace una vez que las personas llegan al territorio nacional.
