Un ataque aéreo cerca de un campo de refugiados en Yemen dejó al menos 45 víctimas fatales y 65 heridos, el último episodio de violencia en el país de la Península Arábiga devastado por la guerra.
Trabajadores humanitarios informaron que el ataque tenía como objetivo una instalación militar cercana en el distrito norte de Haradh, pero las circunstancias no eran claras.
El Departamento de Estado señaló estar al tanto del ataque y comunicó su deseo por encontrar una solución política al conflicto yemení.
“En cada conflicto siempre hemos dejado en claro que todas las facciones deben evitar bajas civiles, y eso es especialmente importante para nosotros”, dijo la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf. “Hemos llamado a todas las partes en el conflicto a tomar medidas concretas para minimizar el daño a civiles”.
Desde el jueves pasado, una coalición liderada por Arabia Saudita ha llevado a cabo un bombardeo aéreo en todo el país contra los rebeldes huzíes chiítas de Yemen, pero el ministro de Asuntos Exteriores yemení, Riyadh Yaseen, culpó a un ataque de artillería huzí por las víctimas del campamento de refugiados.
Un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que no estaba claro cuántos de los muertos eran civiles.
El lunes, Pakistán informó que enviaría tropas a Arabia Saudita, un aliado regional, para unirse a la coalición que lucha contra los rebeldes huzíes, según Reuters.
Sin embargo, un comunicado del gobierno de Pakistán emitido el lunes no hizo mención de las tropas, pero dijo que Pakistán está comprometido a desempeñar un papel significativo "en la detención de la deteriorada situación en el Medio Oriente".
Actualmente, 10 estados, principalmente sunitas árabes, entre ellos varios estados del Golfo, Sudán, Egipto y Marruecos, participan en la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen.
