El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) de Venezuela reportó el miércoles que el año 2017 fue el peor para la libertad de expresión al registrarse 498 agresiones contra medios de comunicación y 66 detenciones de reporteros o periodistas.
En su balance anual, el SNTP atribuyó al gobierno de Venezuela la “intención” de “silenciar -a cualquier precio- el descontento por la cada vez más crítica situación económica y social”, con hiperinflación y escasez aguda de alimentos y medicinas.
Las recientes cifras representan un alza de 26,5 por ciento con respecto del mismo periodo en 2016, cuando se registraron 360 casos. Asimismo está por encima de los reportes de 2015 con 280 casos contabilizados y de 2014 con 420.
Según el reporte, abril y mayo fueron los meses con el mayor número de incidentes contra los medios de comunicación, que coinciden con los días de más protesta social y de mayor represión por parte del gobierno venezolano.
El SNTP señala que entre abril y julio, los meses de protestas antigubernamentales, "se sucedieron 273 casos, de los 498 antes mencionados, afectando en este mismo período a 464 trabajadores de la prensa".
En estos cuatro meses también se registraron 42 detenciones de periodistas y "14 sedes de medios asediadas".
De estos, los actos más recientes son las detenciones de dos reporteros del medio regional Unicable TV, en la insular Margarita (norte). Ellos fueron retenidos por tres horas por agentes de la militarizada Guardia Nacional cuando cubrían una protesta por el desabastecimiento de comida.
Cabe recordar que durante este año se registró el cierre de 49 medios de comunicación audiovisuales, en su mayoría emisoras de radio, y resaltó que en este 2017 los canales colombianos RCN Televisión, Caracol Televisión, y la cadena CNN en Español, fueron acallados por decisión gubernamental.
La Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo “un llamado urgente” este año a restablecer las transmisiones de las emisoras de radio y televisión “retiradas del aire”, y calificó las medidas como un “castigo” por su “línea editorial crítica”.
El gobierno se declara víctima de “una campaña de desprestigio” en medios locales y extranjeros.
El cierre de medios audiovisuales tiene como causa el vencimiento de sus concesiones para el uso del espacio radioeléctrico, que la prensa denuncia que se conceden discrecionalmente.
Los periódicos, en tanto, sufren la escasez de papel, cuya importación y distribución están monopolizadas por una corporación gubernamental.
Unos 20 diarios se vieron obligados a suspender sus tiradas permanente o temporalmente y, de acuerdo con el SNTP, todos los periódicos que quedan han debido limitar su paginación y circulación para poder seguir operando.
