Dos antiguos colaboradores del presunto traficante de armas internacional Viktor Bout, son la estrategia de la fiscalía en contra del empresario ruso.
Bout, extraditado a EE.UU. desde Tailandia en 2010, enfrentará el testimonio de un informante confidencial que se hizo pasar por un comprador de armas para un grupo designado por EE.UU. como terrorista.
El presunto traficante, conocido como el ‘mercader de la muerte’, está acusado de conspirar para vender miles de armas de tipo militar, incluidos misiles tierra-aire, que se cree serían utilizados para atentar contra militares estadounidenses en Colombia.
En el juicio de Bout, que se desarrolla en Nueva York, Andrew Smulian, un antiguo amigo y socio de negocios, declaró que el acusado estaba ansioso por participar en un acuerdo de varios millones de dólares con los rebeldes colombianos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocida como FARC.
Anteriormente, Carlos Sagastume, otros de los agentes encubiertos que utilizó Estados Unidos, declaró que Bout parecía "emocionado" al hablar sobre un video que muestra a rebeldes de las FARC con bombas de fabricación casera.
En una grabación de la reunión grabada en secreto en Bangkok, que se mostró al jurado, Bout reacciona diciendo: “¡Genios, genios, genios!”. La voz de Bout también se escucha diciendo que él había estado luchando contra los EE.UU. por unos “10 a 15 años”. “No es negocio, es mi lucha”, dijo.
Sin embargo, Taimur Rabbani, de Human Rights First, organización que le da seguimiento al juicio de Bout, asegura que el empresario ruso no es más que la punta del iceberg, pero que existen muchos “facilitadores” de atrocidades humanas en el mundo.
"Viktor Bout sólo representa la punta del iceberg. Hay otros por ahí. Y necesitamos un enfoque coordinado, es necesario fortalecer la capacidad de inteligencia de EE.UU. para dirigirse no sólo a los autores de las atrocidades en masa, sino también a los facilitadores de las atrocidades en masa, las personas que empeoran significativamente las crisis existentes debido al envío de armas”, sostuvo Rabbani.
Bout y Andrew Smulian, arrestados juntos en Tailandia en 2008, se reunieron con los rebeldes colombianos falsos. Smulian dijo que eligió declararse culpable y cooperar con los fiscales de EE.UU. con la esperanza de que se le perdone la cadena perpetua a la que ambos podrían ser sentenciados en caso de ser encontrados culpables.
