Las alarmas se encienden nuevamente en Venezuela donde desde el lunes, en tres estados del país donde se ha detectado la variante brasileña del COVID-19, fue decretado un “cerco sanitario” y restricciones para los sectores considerados no prioritarios.
“Declaramos un cerco sanitario con flexibilización parcial en Caracas, La Guaira, Miranda y Bolívar, manteniendo el 7+7 perfecto en todo el territorio nacional. Pido máxima conciencia, tengamos presente que proteger la vida depende de la conciencia de todas y todos”, escribió el presidente Nicolás Maduro en su cuenta en Twitter.
Las autoridades de varios municipios prohibieron cualquier tipo de reunión o concentración y anunciaron que se restringirá el transporte público y aumentarán los controles vehiculares.
La médico internista María Gabriela Guercio insiste en que, tras la llegada de la variante brasileña, que según dice resulta ser más contagiosa, es necesario que se realicen más pruebas PCR y se extremen las medidas de bioseguridad para evitar contagios.
Guercio, además, insta a las autoridades que se cumpla con la inmunización de todo el personal sanitario.
“Mucho (del personal sanitario) no ha sido vacunado porque aún se espera por la autorización de los distritos sanitarios y la asignación de los centros de salud para que acudan a los centros públicos a la vacunación. Muchas clínicas todavía no han sido asignadas y tienen mucho personal trabajando, tanto médico, enfermeras y personal administrativo atendiendo a pacientes con COVID-19”, explicó Guercio.
Imposible planificarse
Usualmente los domingos el gobierno de Maduro realiza los anuncios vinculados con las medidas implementadas para hacer frente al COVID-19, pero lo que muchos califican de “improvisación” ha generado incomodidad en la población.
Ciudadanos como Josué Brito cuestionan la poca antelación con la que las autoridades brindan información, que según dice, tampoco es clara.
“Planificarse sencillamente es imposible, ellos salen, dicen que tomarán medidas, pero no dicen en qué consisten esas medidas, entonces cuando la gente sale a la calle se encuentra supermercados cerrados, instituciones bancarias cerradas, instituciones públicas en las que tienes que hacer algún trámite necesario a pesar de la pandemia, totalmente cerrado. Simplemente es un caos, dijo a VOA.
El gobierno continúa implementando el denominado 7+7 que consiste en 7 días de cuarentena radical seguido de 7 días de flexibilización, un esquema rechazado por empresarios que aseguran, no garantiza la “continuidad operativa”, especialmente en las industrias.