Bajo la consigna de reconciliación sin amnesia, se instaló la nueva Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría oficialista, cuyo mandato se extenderá hasta 2026, a pesar de ser cuestionada internacionalmente.
En su discurso de instalación, el nuevo presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, prometió castigo a los opositores que han promovido las sanciones internacionales. “Tenemos que ver con alarma lo que ha pasado en esta Asamblea en los últimos cinco años. Hay crímenes que no pueden ser perdonados, deben ser pagados”, dijo.
En opinión del politólogo Nicmer Evans, quien militó en el chavismo hasta 2013, con la figura de Rodríguez al frente del legislativo, Maduro afianza su poder dentro de los grupos chavistas en pugna.
"Jorge Rodríguez y Nicolás Maduro han jugado en llave desde hace mucho tiempo, incluso, desde antes de la muerte de Chávez. Esto adelanta todo un proceso de articulación donde la confianza en los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez se demuestra en la colocación en los dos cargos más importantes del país: la vicepresidencia y la presidencia de la asamblea oficialista", expresó Evans en entrevista con la Voz de América.
La oposición ha insistido en que las nuevas autoridades legislativas no serán reconocidas por los países democráticos. "La dictadura pretende cubanizar la política, aniquilar a la alternativa democrática", alertó el presidente interino Juan Guaidó.
Pero, a juicio del politólogo Ricardo Sucre, el discurso opositor luce desgastado, al no lograr el objetivo planteado de sacar a Maduro del poder y cree que para retomar la fuerza, la dirigencia debe definir cuál será su estrategia este 2021.
"¿Va a persistir en la estrategia de la presión, del quiebre o se va a optar por otras estrategias de resistencia, clandestinidad, de hacer política en contexto autoritario? , se pregunta Sucre.
La Asamblea Nacional, dirigida por Juan Guaidó, seguirá sesionando de manera virtual, ahora con un grupo más reducido de diputados y en lugares clandestinos, por temor a la persecución.
Por otro lado, Evans advierte que Maduro ha retirado del camino a otros hombres como los exministros Elías Jaua, Tareck El Aissami y Rafael Ramírez, quienes eran considerados eventuales sucesores del fallecido presidente Hugo Chávez. "Ha sido una política por parte de Maduro quitar a los que se consideraban con el mismo derecho de acceder a la presidencia de la República, porque veían a Nicolás Maduro inepto para ejercer el cargo", indicó.
Cree que incluso el propio expresidente de la Constituyente, Diosdado Cabello, ha perdido poder, a pesar de ser designado jefe de fracción parlamentaria del oficialismo en esta nueva Asamblea.
"Pareciera que, por ahora, la etapa de Diosdado ha finalizado, porque se agotó su estilo de fuerza vehemente y militarismo, ya no tiene control del sector militar como lo tenía antes", añadió el politólogo y director del portal en internet Punto de Corte.