Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos (OEA) advierten que, mientras las fronteras de Venezuela sigan cerradas, los migrantes continuarán tomando rutas irregulares en las que corren el riesgo de ser sometidos a extorsión, violencia sexual y trata de personas.
Al menos 500 venezolanos cruzan diariamente a Colombia por caminos irregulares, conocidos como trochas, controlados por guerrilleros; al mismo tiempo, un número indeterminado intenta salir de Venezuela hacia las islas del Caribe en embarcaciones ilegales, lo que, según la OEA, los hace vulnerables a grupos criminales.
"Hay piratas en el mar. Hay embarcaciones que han naufragado y desaparecido, y un flagelo que hemos estado viendo, es el tráfico de personas en el Caribe. Se podría hablar, incluso, de mujeres que han desaparecido y podrían hasta terminar en el mercado asiático cuando son traficadas”, explica María Fernanda López, coordinadora de la oficina de migrantes venezolanos de la OEA.
Las fronteras terrestres de Venezuela con Brasil y Colombia permanecen cerradas, desde marzo de este año, lo que ha disparado el número de ciudadanos que usan esas rutas para emigrar, tal y como consta en el informe de noviembre de la oficina de la OEA.
López explica que estiman que al reabrirse las fronteras "podría haber, si se puede decir, una estampida de salida de venezolanos, pues el colapso de servicios se ha incrementado".
Desde la OEA, advierten que la mitad de los migrantes venezolanos están indocumentados, lo que les impide acceder al mercado laboral formal o a servicios de salud y educación.
Señalan que la pandemia significó una pausa en los avances logrados, a excepción de Brasil, Costa Rica y Perú, donde, en los últimos meses, se aprobaron medidas para la protección de estos ciudadanos.
"Es lo que hemos tratado de incentivar desde la OEA, que haya un consenso regional en donde se reconozca al venezolano como refugiado y se le otorgue este estatus según la declaración de Cartagena”, señala la representante de la OEA.
Este semana, el gobierno en disputa levantó el toque de queda que tenía desde hace meses en los municipios fronterizos con Colombia y Brasil debido a la pandemia.
Igualmente, Colombia informó que mantendrían cerrada las fronteras terrestres y fluviales del país hasta el próximo 16 de enero de 2021, como medida para controlar la propagación de la COVID-19.