Entre 50 y 70 por ciento ha caído el número de inscritos para la carrera de docente en Venezuela en la última década, según datos de las universidades nacionales.
En el occidental estado Táchira, la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello cerró por falta de alumnos.
"Estamos encontrando que las aulas se están quedando vacías, no solamente de estudiantes, sino de docentes, porque los docentes se han ido, por las condiciones económicas, y no hay generación de relevo", alerta el sociólogo Tulio Ramírez, coordinador de la Asociación Civil Asamblea de Educación.
En Venezuela, los maestros de colegios públicos ganan entre 6 y 50 dólares por mes.
Por eso, desde comienzos de año, se han mantenido en protestas exigiendo un aumento de salarios, pues advierten que miles de sus colegas se debaten entre irse del país o asumir múltiples oficios.
"Hago manicure, hago tortas, gelatinas. Hemos tenido que destacarnos en otras actividades para por lo menos subsistir", lamenta Indira Gil, docente con 15 años de servicio, quien se ha sumado a las manifestaciones callejeras de los últimos días en el país.
La fuga de maestros ha dejado también asignaturas vacantes
"Desde hace más o menos 7 años, tenemos la tragedia en el país de que todo lo que tiene que ver con profesores de las áreas de las ciencias duras: física, química, matemática y biología; nadie está queriendo estudiar esas menciones y lo demostramos porque es donde hay más ausencia de profesores" , explica Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas.
Para mantener en marcha la enseñanza, en algunos institutos le han pedido a parientes de los estudiantes impartir clases de las materias relacionadas con su profesión.
"¿Quiénes son la generación de relevo? Muchachos con muy buena voluntad, pero que vienen de esa formación de cada vez menor calidad, que vienen a encargarse de la formación de la futura generación. Total, es tormenta perfecta para tener una generación de profesionales con competencias muy limitadas. Con una calidad de educación muy precaria", añade Ramírez.
Además de los precarios ingresos, otros factores que llevan a los profesores a renunciar son el control político gubernamental en algunas escuelas y la pérdida de beneficios como pólizas de seguro.