Tras el anuncio del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sobre la salida de su país de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en protesta por un fallo a favor de un venezolano acusado de atacar las embajadas de España y Colombia en 2003, el gobierno estadounidense lamentó el "mensaje" que envía esta decisión.
Durante su conferencia de prensa diaria, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, manifestó que lamenta la decisión, en especial por quienes luchan por los derechos democráticos en el país suramericano.
“Desde nuestra perspectiva, Venezuela estaría enviando un mensaje muy lamentable sobre su compromiso con los derechos humanos y la democracia, en particular a sus vecinos, si es que se alejó de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, señaló Nuland.
La vocera recalcó que la CIDH es un organismo “altamente respetado, independiente y autónomo de la OEA” y que EE.UU. detestaría ver a Venezuela abandonarla, especialmente teniendo en cuenta a aquellos que dentro de ese país luchan por sus derechos democráticos.
Este martes, el mandatario venezolano afirmó que "la Corte Interamericana ha vuelto a atropellar a Venezuela y a ofender la dignidad de todo un pueblo", señaló Chávez al tiempo que solicitó al canciller Nicolás Maduro no esperar más para realizar los trámites de retiro de la organización de derechos humanos.
"Nosotros vamos a salirnos de la CIDH (...) Anoche le dije a Nicolás Maduro, no esperemos más", enfatizó.
Chávez criticó a la Corte por sentenciar a favor del venezolano Raúl José Díaz Peña, quien luego de ser detenido en el 2003 por los ataques a la embajada de España y el consulado de Colombia en Caracas huyó en el 2010 a Estados Unidos donde su caso había sido denunciado años antes en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Normalmente las denuncias de violación de los derechos humanos se presentan primero ante la Comisión, que hace recomendaciones para corregir lo actuado por los gobiernos, y de no cumplir con las mismas, envía los casos a la Corte para que estudie el caso nuevamente y emita sentencia vinculante.
Chávez consideró a Díaz Peña como "terrorista", y señaló a la CorteIDH de estar "apoyando el terrorismo" y de "atropellar el derecho internacional".
"Hechos como estos deslegitiman a esa inefable Corte", expresó Chávez al asegurar que denunciará a ese organismo en Latinoamérica y el Caribe.
El anuncio del mandatario coincidió con un comunicado de protesta que emitió este martes la Cancillería en rechazo a una sentencia de la CorteIDH del 20 de julio que acusa al Estado venezolano de ser "internacionalmente responsable por la violación del derecho a la integridad personal y por los tratos inhumanos y degradantes en perjuicio" de Díaz Peña.
Díaz Peña fue detenido en febrero del 2003 acusado de participar en las explosiones ocurridas ese año en la embajada de España y el consulado de Colombia en Caracas. El detenido siempre negó las acusaciones y denunció que en su caso no se había seguido el debido proceso.
El sospechoso fue condenado en el 2008 a nueve años y 4 meses de cárcel por los delitos de "incendio en inmueble agravado en grado de facilitador", "ocultamiento de sustancias explosivas", y asociación en grupo para cometer un delito.
Dos años después, tras obtener un beneficio que le permitía salir de su centro de reclusión para un trabajo, huyó del país y pidió asilo en Estados Unidos.
En abril de este año, Chávez manifestó que estaba a favor de que Venezuela saliera de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque era usada por Estados Unidos para arremeter contra su gobierno.
Chávez pidió en esa oportunidad al Consejo de Estado, que integran un grupo de asesores del presidente, que evalúe aceleradamente la propuesta de salida de Venezuela de la CIDH.
Algunos activistas sostienen que de salirse el Estado venezolano de la CIDH y la CorteIDH, que están contempladas en la Declaración Americana de Derechos Humanos y la Carta de la OEA, Venezuela tendría que abandonar el sistema OEA.
Durante su conferencia de prensa diaria, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, manifestó que lamenta la decisión, en especial por quienes luchan por los derechos democráticos en el país suramericano.
“Desde nuestra perspectiva, Venezuela estaría enviando un mensaje muy lamentable sobre su compromiso con los derechos humanos y la democracia, en particular a sus vecinos, si es que se alejó de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, señaló Nuland.
La vocera recalcó que la CIDH es un organismo “altamente respetado, independiente y autónomo de la OEA” y que EE.UU. detestaría ver a Venezuela abandonarla, especialmente teniendo en cuenta a aquellos que dentro de ese país luchan por sus derechos democráticos.
Este martes, el mandatario venezolano afirmó que "la Corte Interamericana ha vuelto a atropellar a Venezuela y a ofender la dignidad de todo un pueblo", señaló Chávez al tiempo que solicitó al canciller Nicolás Maduro no esperar más para realizar los trámites de retiro de la organización de derechos humanos.
"Nosotros vamos a salirnos de la CIDH (...) Anoche le dije a Nicolás Maduro, no esperemos más", enfatizó.
Chávez criticó a la Corte por sentenciar a favor del venezolano Raúl José Díaz Peña, quien luego de ser detenido en el 2003 por los ataques a la embajada de España y el consulado de Colombia en Caracas huyó en el 2010 a Estados Unidos donde su caso había sido denunciado años antes en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Normalmente las denuncias de violación de los derechos humanos se presentan primero ante la Comisión, que hace recomendaciones para corregir lo actuado por los gobiernos, y de no cumplir con las mismas, envía los casos a la Corte para que estudie el caso nuevamente y emita sentencia vinculante.
Chávez consideró a Díaz Peña como "terrorista", y señaló a la CorteIDH de estar "apoyando el terrorismo" y de "atropellar el derecho internacional".
"Hechos como estos deslegitiman a esa inefable Corte", expresó Chávez al asegurar que denunciará a ese organismo en Latinoamérica y el Caribe.
El anuncio del mandatario coincidió con un comunicado de protesta que emitió este martes la Cancillería en rechazo a una sentencia de la CorteIDH del 20 de julio que acusa al Estado venezolano de ser "internacionalmente responsable por la violación del derecho a la integridad personal y por los tratos inhumanos y degradantes en perjuicio" de Díaz Peña.
Díaz Peña fue detenido en febrero del 2003 acusado de participar en las explosiones ocurridas ese año en la embajada de España y el consulado de Colombia en Caracas. El detenido siempre negó las acusaciones y denunció que en su caso no se había seguido el debido proceso.
El sospechoso fue condenado en el 2008 a nueve años y 4 meses de cárcel por los delitos de "incendio en inmueble agravado en grado de facilitador", "ocultamiento de sustancias explosivas", y asociación en grupo para cometer un delito.
Dos años después, tras obtener un beneficio que le permitía salir de su centro de reclusión para un trabajo, huyó del país y pidió asilo en Estados Unidos.
En abril de este año, Chávez manifestó que estaba a favor de que Venezuela saliera de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque era usada por Estados Unidos para arremeter contra su gobierno.
Chávez pidió en esa oportunidad al Consejo de Estado, que integran un grupo de asesores del presidente, que evalúe aceleradamente la propuesta de salida de Venezuela de la CIDH.
Algunos activistas sostienen que de salirse el Estado venezolano de la CIDH y la CorteIDH, que están contempladas en la Declaración Americana de Derechos Humanos y la Carta de la OEA, Venezuela tendría que abandonar el sistema OEA.