El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió a los países de América Latina y el Caribe que desmantelen el sistema interamericano de derechos humanos que funciona a partir de la Organización de los Estados Americanos.
"Nosotros decimos a nuestros hermanos de América Latina y el Caribe, ha llegado el momento de desmontar esa estructura decadente de la Corte y la Comisión Interamericanas de Derechos Humanos" (CIDH)”, declaró Maduro durante una reunión ministerial de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en Colombia.
Las declaraciones del canciller tienen efecto tres días después de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que su gobierno quería retirarse de "inmediato" de la CIDH, organismo que según él Estados Unidos utiliza "contra" Venezuela.
El miércoles Chávez nombró a los miembros de un nuevo órgano gubernamental, el Consejo de Estado, y les dio como primera tarea evaluar la acelerada retirada de Venezuela de la CIDH, uno de los principales organismos hemisféricos de la OEA, que aglutina a 34 naciones.
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Maduro dijo que agrupaciones como UNASUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), ambos formados con el patrocinio de Chávez, son los llamados a crear "instancias para garantizar, velar, vigilar los derechos humanos desde nuestra experiencia, no desde la de una burocracia internacional controlada desde Washington".
Según el gobierno venezolano, la CIDH, que ha condenado enérgicamente las violaciones de los derechos humanos y de la libertad de prensa en naciones como Venezuela, Cuba y Ecuador, “ha perdido toda su función y ha pretendido convertirse en un tribunal supraconstitucional dictándole a los países cómo deben ser sus leyes”.
La víspera, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Tonner, dijo que era "profundamente lamentable” que Venezuela decidiera abandonar la CIDH, cuyo trabajo en la región es considerado efectivo por Washington.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, también pidió este viernes 4 de mayo de 2012 al gobierno de Venezuela reconsiderar su intención de retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Abandonar la CIDH "es una cuestión muy seria", dijo el portavoz del ACNUDH, Rupert Colville en rueda de prensa, "esperemos que (el gobierno de Caracas) vuelva a pensar sobre este asunto".
Como organismo autónomo de la OEA, la CIDH emite recomendaciones y puede solicitar a los países miembros medidas de amparo para los demandantes.
"Nosotros decimos a nuestros hermanos de América Latina y el Caribe, ha llegado el momento de desmontar esa estructura decadente de la Corte y la Comisión Interamericanas de Derechos Humanos" (CIDH)”, declaró Maduro durante una reunión ministerial de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en Colombia.
Las declaraciones del canciller tienen efecto tres días después de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que su gobierno quería retirarse de "inmediato" de la CIDH, organismo que según él Estados Unidos utiliza "contra" Venezuela.
El miércoles Chávez nombró a los miembros de un nuevo órgano gubernamental, el Consejo de Estado, y les dio como primera tarea evaluar la acelerada retirada de Venezuela de la CIDH, uno de los principales organismos hemisféricos de la OEA, que aglutina a 34 naciones.
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Maduro dijo que agrupaciones como UNASUR y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), ambos formados con el patrocinio de Chávez, son los llamados a crear "instancias para garantizar, velar, vigilar los derechos humanos desde nuestra experiencia, no desde la de una burocracia internacional controlada desde Washington".
Según el gobierno venezolano, la CIDH, que ha condenado enérgicamente las violaciones de los derechos humanos y de la libertad de prensa en naciones como Venezuela, Cuba y Ecuador, “ha perdido toda su función y ha pretendido convertirse en un tribunal supraconstitucional dictándole a los países cómo deben ser sus leyes”.
La víspera, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Tonner, dijo que era "profundamente lamentable” que Venezuela decidiera abandonar la CIDH, cuyo trabajo en la región es considerado efectivo por Washington.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, también pidió este viernes 4 de mayo de 2012 al gobierno de Venezuela reconsiderar su intención de retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Abandonar la CIDH "es una cuestión muy seria", dijo el portavoz del ACNUDH, Rupert Colville en rueda de prensa, "esperemos que (el gobierno de Caracas) vuelva a pensar sobre este asunto".
Como organismo autónomo de la OEA, la CIDH emite recomendaciones y puede solicitar a los países miembros medidas de amparo para los demandantes.
