La orden presidencial emitida el lunes por el presidente Barack Obama declarando a Venezuela amenaza a la seguridad nacional puso al régimen de Nicolás Maduro –al menos por un momento—de regreso en las portadas de publicaciones y noticiarios estadounidenses.
Los principales medios, desde el Washington Post y el New York Times al Wall Street Journal, el Miami Herald y la revista Time dedicaron importantes espacios para referirse al tema y a otros relacionados con Venezuela.
Cuba critica sanciones
Cuba y Fidel critican sanciones
Las nuevas sanciones de Estados Unidos a Venezuela generaron la crítica de Cuba este martes, en el primer enfrentamiento público entre Washington y La Habana desde que las dos naciones anunciaran en diciembre que comenzarían conversaciones para restaurar sus vínculos diplomáticos.
En una declaración oficial publicada por el diario oficial Granma, Cuba calificó la orden ejecutiva del presidente Barack Obama como arbitraria y agresiva.
En su declaración, este martes, el gobierno cubano dijo que retiera su incondicional apoyo a Venezuela diciendo que nadie tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de un estado soberano o de declarar, sin fundamento, a una nación como una amenaza para la seguridad nacional.
Horas más tarde, el expresidente Fidel Castro, felicitó al mandatario venezolano por su "brillante y valiente" discurso ante los "brutales planes" de Estados Unidos contra su país.
"Tus palabras pasarán a la historia como prueba de que la Humanidad puede y debe conocer la verdad", dijo el exlíder cubano.
Todos, invariablemente, apuntan a los abusos del régimen de Maduro, las violaciones constantes de los derechos humanos de todo el que se opone al gobierno, el encarcelamiento de sus detractores, y el desinterés por respetar las normas internacionales como la causante de la orden presidencial.
Pero el enfoque principal es el debate sobre si las medidas del gobierno estadounidense no solo servirán para aislar al gobierno venezolano, sino también para convencer a los países latinoamericanos de que el régimen de Maduro se merece ese aislamiento.
La revista Time, por ejemplo, relaciona la apertura hacia Cuba con las sanciones contra Venezuela.
“La decisión del presidente Obama de reabrir las relaciones con Cuba está teniendo un efecto secundario interesante: está ayudando a aislar al otro régimen de corte izquierdista en Latinoamérica en Venezuela”, dice Time en un artículo titulado “Cómo la apertura hacia Cuba ayudó a aislar a Venezuela”.
Por su parte el Miami Herald en una nota editorial señala que “la orden de la Casa Blanca probablemente no servirá para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, pero la culpa de eso solo puede ser de Maduro”.
El periódico The Washington Post en cambio, pone en duda que las medidas vayan a servir de algo.
“La frustración de Washington es comprensible y la situación en Venezuela es horrenda y se está poniendo peor – dijo al periódico el presidente de Diálogo Interamericano, Michael Schifter—pero es difícil ver qué es lo que va a lograr incrementando la retórica”.
Shifter agregó que, por el contrario,la designación de amenaza puede ayudar a Maduro a definir la crisis doméstica en que se encuentra su país como una confrontación internacional con un enemigo “imperialista”.
El New York Times, por su parte, cita al editorialista y novelista venezolano Alberto Barrera quien asegura que Maduro “tiene un trágico destino” y argumenta que el presidente venezolano tiene que culpar a Estados Unidos y a otros por los problemas de su país porque no hacerlo sería reconocer que el legado de Hugo Chávez tiene equivocaciones.
“Maduro sabe que se le viene encima una crisis muy grande, pero aceptar y reconocer la crisis es reconocer que Chávez y su revolución fallaron”.
El Herald acepta las limitaciones en el alcance de la orden.
“Por sí misma, la orden en que se nombra a siete funcionarios no va a detener al régimen de Maduro en seguir hostigando, golpeando y encarcelando de manera sistemática a los miembros de la oposición –dice el periódico—pero al menos hace tomar nota a sus matones que hay un precio que pagar por sus acciones”.
“Obviamente –agrega—se requiere más de siete individuos para destruir la democracia en Venezuela y llevar a la nación al borde la ruina, pero el gobierno de Obama debe asegurarse que a los notorios siete, sobre quienes han caído las sanciones impuestas el lunes, se le unan pronto sus compinches”.