Expertos en relaciones internacionales señalaron que es probable que el gobierno de Nicolás Maduro busque desvirtuar las sanciones impuestas a funcionarios venezolanos de parte de Barack Obama.
El objetivo sería presentar la medida estadounidense como un ataque al pueblo venezolano, y no a individuos que han violado derechos humanos en el país sudamericano.
Obama anunció hoy sanciones contra siete funcionarios venezolanos, calificando al régimen de Maduro como una “amenaza a la seguridad estadounidense”.
“Vamos a ver una reacción del gobierno tratando de inculcarle al pueblo de Venezuela que se trata de un ataque contra el pueblo venezolano, que es una injerencia a la nación inaceptable, que aquí hay una independencia, que hay unos valores de la República que EE.UU. ha violentado”, dijo a la Voz de América la expresidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Cecilia Sosa.
Un funcionario de la Casa Blanca señaló a condición de mantener el anonimato que las sanciones no afectan al pueblo venezolano.
“Queremos ser absolutamente claros que esta orden ejecutiva no se dirige a las personas o la economía de Venezuela. Estamos comprometidos a avanzar en el respeto a los derechos humanos, la protección de las instituciones democráticas y la protección del sistema financiero de EE.UU. de los flujos financieros ilícitos de la corrupción pública en Venezuela”, señaló el funcionario.
Sin embargo, David Smilde, asociado de la Oficina de América Latina en Washington (WOLA) en Caracas, dijo que las sanciones juegan a favor del argumento del gobierno venezolano en contra de EE.UU.
“Me parece que va ser contraproducente. Me parece que EE.UU. debe apoyar esfuerzos en la región que son multilaterales, porque medidas unilaterales que vienen de EE.UU. encajan en la visión de [Venezuela] de que está siendo atacado internacionalmente”, señaló Smilde a la Voz de América.
Sobre lo mismo, el exembajador de Venezuela en Libia, Julio César Pineda, dijo que Washington exageró al extender las sanciones.
"Creo que ha faltado el espíritu de conciliación (…) Creo que exagera el presidente de EE.UU. al hacer estos señalamientos y el presidente de Venezuela debe reflexionar en su discurso. Ninguno de los dos corresponde a la alta diplomacia que debería privar en este caso”, señaló.
Consecuencias dentro del chavismo
Para Carl Meacham, director del Centro para Estrategias y Estudios Internacionales, esto puede aumentar la escisión que parece estar afectando al núcleo del chavismo.
“Yo creo que la reacción pública será seguir culpando a Estados Unidos de todos los problemas que tiene Venezuela, pero la reacción dentro de los círculos chavistas es de confusión, de temor, de inestabilidad, creo que los nombres que están en lista (…) están involucrados en todo tipo de temas, en donde sí hubo abuso de derechos humanos, y lo que se está desatando es un poco de inestabilidad dentro de los círculos chavistas”, señaló a la VOA.
Meacham agregó que un sector del chavismo no quiere que Maduro siga al frente del país.
“Maduro también se siente amenazado, porque hay un grupo dentro de los chavistas que no quieren que él siga al mando y lo que está ocurriendo ahora es que la gente se está tratando de salvar una por una y Estados Unidos está dispuesto a hablar de esto de manera pública”, agregó.
Respecto de la efectividad de las medidas, Robert Valencia, analista del World Policy Institute, dijo que duda que las hostilidades trasciendan el ámbito de lo político.
“A pesar de estos enfrentamientos diplomáticos, Venezuela y Estados Unidos continúan teniendo relaciones económicas por parte del sector energético”, dijo Valencia.
De todas formas, Juan Carlos Hidalgo, analista del CATO Institute en Washington, dijo a la Voz de América que no descarta nuevas sanciones a funcionarios venezolanos.
“A pesar de lo fuerte de las sanciones, los individuos sancionados son únicamente siete personas de rango medio del gobierno venezolano. No me extrañaría que en los próximos días más personas sean sancionadas, principalmente las principales figuras del gobierno venezolano”, concluyó.