La oposición venezolana sugirió a Estados Unidos que flexibilice sus sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro y algunos de sus funcionarios para descongelar el diálogo político en México, dijo Juan Guaidó, líder político reconocido como presidente encargado de Venezuela por 50 países, en una entrevista con Bloomberg.
El plan podría ponerse en marcha “incluso antes del reinicio de las conversaciones en México” y agregó que "la dictadura necesita dar una respuesta” a esa iniciativa, según el reporte.
La propuesta supondría un giro con respecto a la estrategia anunciada por la oposición venezolana desde el año pasado, que consistía en aliviar las sanciones solo cuando el oficialismo concretara gestos hacia la democratización del país, como la liberación de presos políticos y la mejora de condiciones electorales.
Estados Unidos aseguró a mediados de mes que podría revisar sus sanciones contra Venezuela si el presidente Nicolás Maduro y la oposición política retomaban las conversaciones.
Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, dijo entonces a Associated Press que “la solución a la situación en Venezuela no está en Washington” y que Estados Unidos está "dispuesto a aliviar la presión de sanciones en base a resultados en la mesa del diálogo”.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. dijo el lunes a la Voz de América que "Estados Unidos no prevé acciones sobre sanciones" a Venezuela.
“El régimen de Maduro puede crear una vía para flexibilizar las sanciones iniciando discusiones sinceras con la oposición para crear las condiciones necesarias para realizar elecciones libres y justas en Venezuela”, dijo sobre la interrogante de si EE. UU. revisaría las sanciones si así lo solicita la oposición venezolana.
"Estados Unidos, junto a sus socios y aliados, busca usar presión multilateral para empujar a Venezuela a una solución democrática”, apuntó.
Las sanciones estadounidenses “niegan los flujos de ingresos del régimen de Maduro que financian la represión y llenan los bolsillos de los funcionarios del régimen, así como también protegen el sistema financiero de Estados Unidos de su exposición a flujos financieros corruptos e ilícitos”, dijo el portavoz, y refirió preguntas a la oposición venezolana sobre sus planes.
Diálogo en México roto desde octubre
Los diálogos en Ciudad de México entre las delegaciones de Maduro y quienes lo adversan iniciaron formalmente el 13 de agosto del año pasado con la firma de un memorando de entendimiento. El Reino de Noruega facilita el proceso, que también cuenta con el acompañamiento de Rusia y Países Bajos.
Las negociaciones solo han tenido dos rondas oficiales. La delegación oficialista anunció a mediados de octubre su retiro de las conversaciones, inmediatamente luego de que Cabo Verde extraditara a Estados Unidos a Alex Saab, un empresario colombiano identificado como diplomático por Caracas.
La oposición ha reiterado desde entonces su disposición de volver a los diálogos de México con el fin de impulsar elecciones “libres y justas”, así como reformar el sistema judicial de Venezuela.
El gobierno madurista, por su parte, aspira a que se alivien las sanciones económicas y que se reconozca su institucionalidad.
El oficialismo ha condicionado su retorno a la negociación a la liberación inmediata de Saab y al retorno de recursos y activos en el extranjero presuntamente “robados” por el gobierno interino que preside Guaidó.
Maduro ha acusado en varias oportunidades al gobierno de Estados Unidos de asestar “una puñalada en la espalda” al proceso de diálogo de Ciudad de México.
Guaidó, antes de que iniciara el diálogo, mencionó la posibilidad de que se levantaran las sanciones económicas extranjeras como “incentivo” de lo que llamó “acuerdo de salvación nacional”. El tema, de hecho, está incluido en el memorando de entendimiento firmado en agosto pasado.
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