El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, informó el domingo que su delegación se retira de las conversaciones con el gobierno en disputa de Nicolás Maduro auspiciadas por el reino de Noruega.
El anuncio llega después de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobara convocar a un órgano de consulta para invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), abriendo la posibilidad de una intervención armada en Venezuela.
"Fieles a nuestro planteamiento estratégico, mantuvimos la presión en todos los tableros de lucha, activamos el Tratado Interamericano de Acción Recíproca (TIAR) aprobamos la condena y articulación de medidas para enfrentar los grupos terroristas e irregulares, conformamos el Centro de Gobierno y designamos Comisionados Presidenciales en áreas claves para el Cese de la Usurpación, así como el Presidente, los diputados y factores políticos democráticos continuaron el proceso de encuentro y movilización en todo el país" dijo Guaidó.
La semana pasada, Maduro también afirmó que no volverá al diálogo a menos que el gobierno interino “rectifique” su postura sobre entregar el Esequibo, un territorio que está en disputa con Guyana, en lo que algunos de sus críticos consideran un intento por distraer la atención sobre los problemas de Venezuela.
La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, se reunió el pasado miércoles con embajadores de la Unión Europea que pidieron tanto al gobierno encargado como a el gobierno en disputa regresar a la mesa de diálogo y encontrar una salida pacífica a la crisis.
"Sin embargo, el régimen dictatorial de Nicolás Maduro abandonó el proceso de negociación con excusas falaces: Tras más de 40 días en los que se han negado a continuar en el mismo, confirmamos que el mecanismo en Barbados se agotó", añadió Guaidó.
Desde mayo, el gobierno en disputa y el gobierno interino han mantenido conversaciones con el apoyo de Noruega. Las negociaciones, llevadas a cabo primero en el país nórdico y después en Barbados, han parado en varias ocasiones; las más notables luego de la muerte del militar Rafael Acosta Arévalo, por parte del equipo de Guaidó y luego por parte del gobierno en disputa después de que la administración de Donald Trump congelara los activos de Venezuela en Estados Unidos.
