El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro expulsó del país al encargado de negocios de Estados Unidos en la nación sudamericana, Todd Robinson, y al jefe de la sección política de la Embajada, Bryan Naranjo.
Maduro declaró a los diplomáticos estadounidenses "persona non grata", y dio a ambos funcionarios un plazo de 48 horas para abandonar el país.
El jefe de estado realizó el anuncio en la cadena nacional durante el acto de proclamación del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Maduro acusó a los diplomáticos estadounidenses de conspirar contra su Gobierno y prometió que “en los próximos días” mostrará las pruebas de los planes conspirativos.
“Estados Unidos pretende seguir escalando su agresión contra Venezuela. Ni con conspiraciones, sanciones, ni amenazas ustedes pudieron suspender las elecciones. Venezuela es víctima de una amenaza. He sido el presidente mas amenazado agredido en la historia de Venezuela”, añadió el mandatario.
En Washington, la vocera del Departamento de Estado dijo que las autoridades de EE.UU. "rechazan por completo" las acusaciones falsas hechas por Maduro contra el Encargado Robinson y el Subjefe de Misión Naranjo.
Robinson se encontraba en la ciudad andina de Mérida, en el noroeste de Venezuela, a punto de iniciar una gira oficial cuando Maduro ordenó su expulsión.
El diplomático platicó con la Voz de América antes de las elecciones del 20 de mayo y confirmó que Estados Unidos no reconocería el resultado de las mismas.
Robinson también se refirió a la importancia de los medios de prensa en Venezuela.
En su larga carrera, Robinson, un diplomático de carrera, ha trabajado en Colombia, Bolivia, El Salvador y República Dominicana. Como embajador en Guatemala, se ganó la reputación de hablar con firmeza y varias veces enfrentó a llamados para su expulsión del país.
Él ha sido igualmente provocativo en su corta estadía en Caracas. Días después de aterrizar en la capital venezolana en diciembre, posó para fotos junto a la estatua de Simón Bolívar, el héroe de la independencia, en una plaza progubernamental y calificó la asamblea constitucional de Maduro como "ilegítima".
También hizo varios llamamientos para pedir la liberación del ciudadano estadounidense Joshua Holt, quien ha estado encarcelado durante más de dos años sin un juicio por cargos de armas.
La semana pasada, Robinson llegó, seguido por cámaras, hasta el Ministerio de Asuntos Exteriores para exigir información sobre Holt luego de que el nativo de Utah apareciera en un video desde la cárcel donde está detenido, diciendo que su vida había sido amenazada durante lo que la embajada de Estados Unidos consideró como una "protesta" de reos.
Robinson dijo que nadie en el gobierno venezolano aceptó reunirse con él, pero el jefe del partido socialista Diosdado Cabello negó el desaire, acusando al diplomático de organizar un "show".
Pero a pesar de los frecuentes enfrentamientos, Maduro parecía poco inclinado a declarar a Robinson persona non grata, como lo hicieron él y su mentor, el difunto Hugo Chávez, varias veces antes con diplomáticos de Estados Unidos.
El mes pasado, Maduro incluso dio la bienvenida a Robinson al palacio presidencial para una reunión privada con el senador estadunidense visitante Dick Durbin. También envió a su asistente de confianza, Delcy Rodríguez, presidente de la asamblea constitucional, para reunirse con Robinson en su residencia.
Venezuela y Estados Unidos no han intercambiado embajadores desde 2010, por lo que Robinson, mientras conservaba su rango de embajador, se desempeñaba como jefe de misión en la embajada en Caracas. Naranjo, su segundo, es uno de los más altos funcionarios del Departamento de Estado que trabaja en Venezuela, habiendo servido previamente en Caracas cuando Chávez se postuló para presidente en 1998.