La organización de Derechos Humanos, Human Rights Watch (HRW), instó a la OEA a aplicar la Carta Democrática Interamericana en el caso de Venezuela, para abordar la crisis política y social por la que atraviesa.
"Es tiempo de instalar este debate, y exigir que el Gobierno venezolano rinda cuentas a la OEA por el deterioro manifiesto del estado de derecho en el país", escribió el director para la Américas de HRW, José Miguel Vivanco en una carta dirigida al secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Vivanco argumenta que la aplicación de la Carta se justifica por la "evidente violación del principio de la separación de poderes y de la independencia judicial" en Venezuela, que provoca que "las violaciones de derechos humanos habitualmente" queden "impunes".
De acuerdo al artículo 20 de la carta el secretario general o a cualquier Estado miembro puede convocar a un Consejo Permanente para considerar si en un país existe una "alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático" y de ser así, éste puede ser expulsado de la organización, como ya ocurrió tras el golpe de Estado de Honduras de 2009.
Almagro, duro crítico de las violaciones de derechos humanos en Venezuela, ha estado evaluado desde fines de abril una petición de la oposición venezolana para invocar la Carta.
El gobierno de Nicolás Maduro ha desestimado las opiniones de la OEA en el pasado.
El pasado viernes el mandatario decretó un estado de excepción que le da "el poder suficiente" para, entre otros asuntos, hacer frente a un supuesto golpe de Estado que se planea desde el exterior en su contra.
