El barco crucero australiano Greg Mortimer está desde hace una semana en aguas territoriales de Uruguay frente a las costas de Montevideo con 216 personas abordo. De ellas, 128 tienen COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, y seis fueron bajadas a tierra para ser internadas.
El país dará asistencia sanitaria a los que estén complicados de salud, pero el resto deberá permanecer en el barco, dijo el canciller Ernesto Talvi.
“Es posible que hoy tengamos que bajar a dos pasajeros más que su estado de salud se deterioró y van a requerir hospitalización en Montevideo”, afirmó Talvi tras reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou.
El domingo médicos uruguayos subieron al buque, vestidos con trajes especiales de protección, para revisar a todos los pasajeros.
En principio había 81 personas con COVID-19 y ahora son 128 los contagiados.
Se espera que el jueves llegue un avión sanitario de Australia para llevarse a los que están en el crucero donde también hay neocelandeses.
“Ya dijimos que Uruguay va a atender a todos los pasejeros que tengan riesgo de vida. Australia después de una intensa negociación va a mandar este avión médico”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo.
Por otra parte Uruguay repatrió a 2.334 compatriotas que habían quedados varados en diferentes partes del mundo y resta traer a poco más de 600.