El gobierno de Grecia anunció que la mayoría de sus acreedores privados, un 85,8%, incluidas instituciones financieras, acordaron aceptar un cambio de bonos para eliminar $142.000 millones de dólares de su deuda soberana.
La decisión del canje de deuda evita el incumplimiento de las obligaciones financieras del país a fines de este mes.
Grecia intenta usar la legislación para forzar a los restantes propietarios de su deuda a firmar el convenio.
Sin embargo, la agencia calificadora Fitch Ratings recortó la calificación crediticia de Grecia a "default restringido", según informa Reuters, tras el acuerdo de canje de deuda. Igualmente Fitch aclaró que subiría la nota de Grecia una vez que se complete el canje de deuda.
El economista jefe del Alpha Bank de Grecia, Michalis Massourakis, cree que el acuerdo tendrá un impacto positivo en el crecimiento de los bancos y la economía.
"Ofrece un gran alivio de la deuda y esto hace, obviamente más fácil, mucho más fácil, alcanzar los superávits primarios del programa, en el sentido de que hay un impulso que mejora la confianza en la economía", dijo Massourakis.
"Esperamos que esto haga que retornen algunos de los depósitos que perdió el sistema bancario y de hecho inicie, si se quiere, un proceso de recuperación de la economía griega que hará mucho más fácil la implementación de metas presupuestarias", agregó el experto.
El gobierno de Atenas ha adoptado amplias medidas de austeridad, ha recortado salarios y pensiones y ha eliminado miles de empleos federales a fin de cumplir con las demandas de los prestamistas internacionales y para asegurar un nuevo paquete de rescate por $172 mil millones de dólares, que es el segundo en dos años.
Con la decisión de Grecia de pagar a largo plazo el resto de su deuda con las instituciones financieras, se estima que aquellas que compraron bonos griegos perderán eventualmente unas tres cuartas partes de su inversión.