Mariia Sulialina, una joven ucraniana que dirige una organización de derechos humanos, ganó el premio internacional Defensora de los Derechos Civiles del Año por su documentación de crímenes de guerra y por procurar justicia para niños de territorios ocupados.
Sulialina, de 27 años, es directora de la organización ucraniana Almenda y “ha luchado incansablemente para que los responsables de los abusos cometidos contra los niños durante la guerra en Ucrania rindan cuentas”, de acuerdo con la organización que entrega el galardón anualmente, Civil Rights Defenders.
El premio al Defensor de los Derechos Civiles del Año se concede a algún destacado promotor de los derechos humanos que continúa con su labor a pesar del riesgo personal y que pone de relieve la situación de peligro que viven los activistas como Sulialina.
La junta directiva de la organización internacional aplaudió el trabajo de Sulialina “por su excepcional resistencia y dedicación a los derechos humanos, la democracia y el derecho de los niños a decidir su propio futuro" y resaltó que su labor ha continuado “a pesar de sus pérdidas personales” y “los grandes riesgos” que enfrenta.
La joven, quien debió abandonar a los 17 años su ciudad natal, Yalta, cuando Rusia invadió la península de Crimea, se ha enfocado particularmente en buscar garantizar justicia para niños de los territorios ocupados de Ucrania víctimas de “adoctrinamiento y deportación”, enfatizaron.
Almenda, la organización que dirige y donde también hace vida su madre, Valentina Potapova, recopila fotografías y videos como pruebas de abusos contra los derechos humanos en las zonas ocupadas de Ucrania. En Almenda trabajan 11 personas.
Labor "extraordinariamente valiente"
Hanna Gerdes, presidenta del consejo directivo de Civil Rights Defenders, destacó las “graves violaciones” de los derechos humanos contra niños, incluyendo "asesinatos y secuestros" que se han cometido en Ucrania desde la invasión rusa.
Sulialina y Almenda realizan “una labor extraordinariamente valiente y sistemática de recopilación de pruebas y testimonios de los abusos y de apoyo a las víctimas”, apuntó.
“Su trabajo demuestra que una sociedad civil libre desempeña un papel crucial a la hora de documentar las violaciones de los derechos humanos y exigir responsabilidades a los Estados. Sirven de modelo en los esfuerzos por una Ucrania resistente, democrática y libre”, dijo Gerdes, subrayando por qué Sulialina es la Defensora de Derechos Civiles del año.
Almenda ha advertido en sus reportes que los niños ucranianos “son vistos como un activo para Rusia” como posibles soldados en la guerra cuando sean mayores y sus entrevistas le han permitido afirmar que “varios jóvenes de Crimea que eran niños cuando Rusia ocupó la península han sido reclutados para la guerra”, precisó Civil Rights Defenders en una nota de prensa compartida a la Voz de América.
“Tiene una larga lista de sospechosos de los que espera que algún día rindan cuentas. Su principal objetivo es proteger los derechos de los más de un millón de niños que viven en las zonas ocupadas y desarrollar políticas nacionales de reintegración para la juventud ucraniana”, indicó la organización.
Según Civil Rights Defenders, la joven reconocida este año “espera traer de vuelta a todos los niños ucranianos que se han convertido en rehenes de la ocupación rusa y devolverles la infancia robada”.
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