Feroces combates entre las tropas ucranianas y los rebeldes separatistas prorrusos han dejado prácticamente destruida la ciudad de Luhansk, bajo sitio durante 19 días.
Dos tercios de su población, más de 400.000 habitantes antes del estallido del conflicto, han abandonado esa ciudad en el este de Ucrania, informó hoy el mando de las milicias separatistas prorrusas.
La ciudad, un bastión rebelde situado a 20 kilómetros de la frontera rusa ha quedado sin agua ni electricidad y los alimentos son escasos.
Pero un convoy ruso con provisiones, detenido durante más de una semana, finalmente llegó a la frontera rusa con Ucrania, donde está siendo revisado por guardias de seguridad ucranianos. Ucrania ha permitido su llegada luego de que la Cruz Roja Internacional dijo estar preparada para llevar la carga a su destino.
Mientras tanto los combates dejaron cinco soldados ucranianos muertos y 21 heridos en las últimas 24 horas. También se reportó la muerte de tres refugiados, incluyendo un niño de cinco años, que trataban de huir de Luhansk.
Andriy Lysenko, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, dijo a los periodistas que las tropas del gobierno todavía estaban luchando contra separatistas en Ilovaysk y sus alrededores, una población cerca de la ciudad de Donetsk, a pesar de que la ciudad estaba bajo el control del gobierno.
Lysenko también confirmó el derribamiento de un avión militar SU-24M ucraniano.