Docenas de civiles murieron en un ataque a un convoy de ayuda humanitaria en Ucrania, mientras el gobierno como rebeldes se acusaron mutuamente del hecho.
El coronel Andriy Lysenko, portavoz del Consejo de Seguridad, dijo a la prensa que no podía dar una cifra exacta pero que docenas de civiles murieron, incluyendo menores de edad.
“Mucha gente murió, entre ellos mujeres y niños”, afirmó. “No hemos podido contar la cifra de muertos por ahora”.
Cuando se le pidió que calculara la cantidad de víctimas fatales, respondió “docenas”.
Precisó que el ataque ocurrió la mañana del 18 de agosto entre las aldeas de Jryashuvate y Novosvitlivka, que están en la vía hacia Rusia desde la ciudad de Luhansk, en poder de los rebeldes.
Los rebeldes separatistas pro-rusos que luchan contra el gobierno ucraniano no se han pronunciado sobre el tema.
Ese camino sería probablemente el que tomará un polémico convoy ruso de ayuda si Ucrania autoriza su ingreso.
Andrei Purgin, un autoproclamado viceprimer ministro de los separatistas en Donetsk, insistió en que sus fuerzas no lanzaron el ataque.
“Si alguien murió, no fuimos nosotros sino los militares ucranianos", dijo a la AP.
Purgin afirmó no tener información sobre el hecho pero dijo que el lugar mencionado por el gobierno ucraniano en Kiev está junto a una carretera atacada en el pasado por las fuerzas del gobierno.