Donald Trump está visitando Flint, Michigan para condenar al gobierno local por fallar en responder a la crisis generada por el agua contaminada, a pesar que el alcalde de la ciudad expresara que no quería la presencia del magnate.
Trump realiza su primera visita a la ciudad afectada desde que se detectó plomo en el abastecimiento de agua en abril de 2014.
Se espera que el candidato republicano a la presidencia visite una planta de agua y una iglesia mientras denuncia la crisis que afectó a más de 100.000 personas.
El problema se produjo cuando la ciudad decidió no seguir abasteciéndose de una planta en Detroit para empezar a utilizar agua del río Flint tratada inadecuadamente con la finalidad de abaratar los costos.
La visita de Trump a Flint es vista como otro intento de su campaña para hacerlo aparecer más presidenciable, así como lo hizo cuando viajó hasta Luisiana llevando ayuda a los damnificados por las inundaciones.
También intenta mostrar su interés de competir en la industria en el mediooeste, pese a que las encuestas lo ubican con una baja preferencia en Michigan.
La alcaldesa de Flint, Karen Weaver condenó la visita y dijo que la campaña no tenía nada que ofrecer para ayudar a la ciudad y que su visita solo sería una distracción.
Donald Trump también tiene en su agenda para este miércoles participar en el show "The Dr. Oz" donde revelará algunos aspectos de su salud , pero no dará detalles, según informó su campaña.
Posteriormente, el candidato republicano estará en un mitin preparado en Ohio y hará un recorrido por el salón de la fama "Pro Football" en Canton.