Turquía anunció este jueves que sus tropas avanzaban ante combatientes kurdos en el norte de Siria, lanzando ataques aéreos y de artillería contra blancos designados a lo largo de la frontera.
La invasión turca, que comenzó el miércoles con bombardeos y rondas de artillería tras la retirada de las tropas estadounidenses de la zona, ha sido condenada de forma generalizada por la comunidad internacional.
Turquía dice que quiere crear una “zona de seguridad” para el regreso de millones de refugiados a Siria. Sin embargo, las potencias mundiales temen que la acción profundice el conflicto y que muchos prisioneros del grupo Estado Islámico escapen de las prisiones en medio del caos.
La autoridad de liderazgo kurdo en el norte de Siria, Fuerzas Democráticas de Siria, FDS, dijo que una prisión que fue impactada por proyectiles turcos retiene a “los más peligrosos criminales de más de 60 nacionalidades”.
Turquía llevaba tiempo amenazando con atacar a los combatientes kurdos, a los que Ankara considera terroristas aliados con una insurgencia kurda en Turquía.
El comunicado del Ministerio de Defensa de Turquía dijo que los militares impactaron 181 blancos de la milicia kurda con su fuerza aérea y la artillería desde que comenzó la operación.
Sin embargo, las Fuerzas Democráticas de Siria y activistas sirios afirmaron que las tropas turcas no habían hecho muchos avances en varios frentes abiertos en las últimas horas, pero no fue posible verificar sus afirmaciones de forma independiente, y resultaba difícil evaluar la situación sobre el terreno.
“No hay avances por ahora”, tuiteó el jueves Mustafa Bali, portavoz del FDS.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, que monitorea la guerra a través de una red de activistas en todo el país, informó que las tropas turcas intentaron avanzar por varios frentes al abrigo de ataques aéreos y rondas de artillería, pero no hicieron progresos tangibles. El Observatorio añadió que siete civiles han muerto desde el inicio de la ofensiva turca.
Las expectativas de una invasión crecieron tras la repentina decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de básicamente abandonar a los combatientes kurdos, dejándolos vulnerables ante un ataque.
Los kurdos, que fueron los únicos aliados de Estados Unidos en Siria en la lucha contra el Estado Islámico, detuvieron el jueves todas sus operaciones contra los extremistas para hacer frente a las tropas turcas, dijeron autoridades kurdas y estadounidenses.
