Si usted es diabético, es probable que se haga esta pregunta con frecuencia. Las gaseosas dietéticas –cuyos ingredientes suelen ser agua carbonatada y varios aditivos, incluyendo edulcorantes- no están prohibidas por los organismos internacionales de salud.
Pueden ser consumidos por los diabéticos, siempre y cuando esas gaseosas estén aprobadas en el mercado y hayan pasado las regulaciones pertinentes. En Estados Unidos, por ejemplo, los edulcorantes artificiales utilizados en la producción de gaseosas –principalmente el aspartame- son aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), una agencia gubernamental.
Además, los edulcorantes avalados no contienen carbohidratos, que son los que elevan el nivel de glucosa (azúcar) en sangre, y es lo que los diabéticos deben controlar.
Pero el consumo de las gaseosas dietéticas no deja de ser un tema espinoso, y varios expertos y nutricionistas coinciden en que no se debe abusar de estas bebidas, tanto si eres diabético como no.
“Consumir refrescos en vez de agua tiene otras contraindicaciones”, dijo a voanoticias.com la nutricionista Andrea Nebel, integrante de la Sociedad Uruguaya de Nutrición en Diabetes.
“Hay que saber manejar las gaseosas dietéticas. Todo lo que uno consume que no sea natural requiere ciertos cuidados. Desde el punto de vista del edulcorante, no produce toxicidad. Pero no es saludable hidratarse con estas bebidas, porque te estás hidratando con algo sintético. Se debe educar a la población de que la mejor forma de hidratarse es con el agua”.
La regla es: consumir las gaseosas dietéticas con moderación y no sustituir el agua. Y también tener en cuenta que no por consumir una soda “light” o “zero” la dieta será saludable o se bajará de peso. Para lograr estos objetivos, las personas deben hacer ejercicio y llevar una dieta balanceada. No alcanza con tomar un refresco dietético y comer papas fritas y hamburguesas. Y en el caso de que seas diabético, con más razón la dieta debe ser estrictamente controlada.