Como nunca antes, el panorama se ha despejado en el Congreso estadounidense para los Tratados de Libre Comercio con Colombia y Panamá. A pesar de que aún hay obstáculos, hasta los más escépticos creen que en octubre de 2011 habrá ratificación.
Desde que se firmaron los Tratados de Libre Comercio entre Estados Unidos con Colombia y Panamá, hace más de 4 años, había razones para ser tan optimista, después del camino despejado para una votación que anunciaron en el Congreso estadounidense, tanto los líderes demócrata y republicano del Senado, como el líder de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes.
Para Mauricio Cárdenas, director del programa latinoamericano de la Institución Brookings en Washington, más que por razones políticas, el TLC es una necesidad para Estados Unidos y los países involucrados.
"No hay duda que los tratados de libre comercio tienen el respaldo y la mayoría, por lo que podrían ser votados rápidamente y los resultados van a ser faborables", vaticinó Cárdenas.
Y aunque faltan las votaciones oficiales, hoy más que nunca, hay razones para ser optimistas sobre la aprobación en el Capitolio por las implicaciones políticas de los pronunciamientos de los líderes de ambos partidos.
"Es un compromiso de los líderes de los dos partidos, del brazo del gobierno de Estados Unidos donde ocurriría constitucionalmente el voto para aprobar estos tratados", dijo Carl Meacham, asesor del senador Richard Lugar.
Sin embargo, un obstáculo, aún queda por salvar. Los demócratas han condicionado la aprobación de los TLC con Colombia, Panamá y Corea del Sur a la aprobación de un programa de asistencia para trabajadores del campo estadounidense, conocido como TAA por sus siglas en inglés.
Sin embargo, ante el pronunciamiento de los líderes de ambos partidos, pocos dudan de que el de septiembre, cuando los legisladores estadounidenses lleguen del receso de mitad de año, sea el mejor escenario para el camino a la aprobación de los TLC entre Estados Unidos con Colombia y Panamá.
