La nueva ley de tierras fija que en un 15% la porción del territorio nacional permitido para que esté en posesión de extranjeros.
El proyecto fue aprobado por 62 votos a favor y uno en contra. No prevé la retroactividad y por ende no vulnera derechos adquiridos. La legislación establece que no podrán superar las mil hectáreas, pero fija excepciones para aquellos extranjeros unidos en matrimonio con ciudadanos argentinos o que tengan más de 10 años de residencia permanente.
La senadora del Frente para la Victoria, Ana María Corradi, dijo que “era hora de poner límites”.
“Es un paso muy importante que damos porque en este caso estamos limitando la extranjerización de tierras y con esto defendiendo la soberanía nacional considerando la tierra como un recurso natural no renovable”, dijo la senadora oficialista.
Mientras, el senador de la Unión Cívica Radical, opositor, Juan Carlos Marino, señaló que “hubo puntos que no se corrigieron”.
“Lo que queremos es aportar a una ley que tiene que ser la ley de todos, no la ley de un partido político. Nadie está en contra de esto, sería un pecado innecesario estar en contra de este tipo de leyes porque creo que le hacen falta a la república. Lo que también queda de manifiesto en este tipo de debates es que hay senadores o senadoras que vienen ya con un libreto preestablecido, es como un CD que se les coloca y vienen a repetir lo que alguien les dijo”, declaró Marino.
Según estimaciones privadas, unas 17 millones de hectáreas están en venta y unas 30 millones ya pasaron a capitales extranjeros.
El mayor terrateniente privado del país, es el Grupo Italiano Benetton, con 900 mil hectáreas en las provincias de Buenos Aires, Chubut, Río Negro y Santa Cruz, y el cual emplea a 600 trabajadores.
