La crisis migratoria en Nueva York cobra un nuevo matiz, con migrantes que están llegando a paradas de autobuses de otras municipalidades al otro lado del río Hudson y quienes en medio del frío se las deben ingeniar para llegar a la gran manzana.

Por lo menos 13 autobuses provenientes de Texas y Luisiana arribaron en las últimas horas a Seacaucus, en Nueva Jersey, con 450 migrantes cuyo destino final es la ciudad de Nueva York. Burlando la ordenanza del alcalde que les pide avisar con 36 horas de anticipación, reportar la cantidad de migrantes y arribar entre las 8 de la mañana y el medio día.

“Vamos a asegurarnos de utilizar todos los recursos que tenemos dentro de la ley. No vamos a hacer nada que vaya en contra de la ley. Pero hemos hecho un gran trabajo comunicándonos con otras municipalidades cercanas”, agregó Eric Adams, Alcalde de Nueva York.

Decomiso del vehículo, multas y hasta cárcel se cuentan entre las consecuencias para los conductores y compañías infractoras. Según esta abogada de inmigración, una mayoría de los recién llegados no reúne las condiciones para solicitar asilo, lo que eleva la crisis económica y la logística de alojamiento mientras esperan por una respuesta.

“Se utiliza o se argumenta que son aplicantes de asilo, cuando sabemos que solamente hay cinco razones bajo la ley y solamente cinco que permiten que las personas puedan aplicar a asilo y la gran mayoría de ellos no califican”, comentó Claudia Bernal-Pérez, Abogada de inmigración.

Kendrick Alasares llegó hace ocho meses de Venezuela, vive en un refugio municipal en Manhattan y dice que no cree reunir los requisitos para obtener un estatus permanente, por lo que busca la manera de regresar a su país.

“Me toca conseguir un trabajo y solamente trabajar, reunir lo que tengo que reunir e irme, ya otro año aquí no quiero pasar de verdad”, dijo Kendrick Alasares, Migrante venezolano.

Según los últimos datos de la alcaldía, más de 161 mil migrantes han llegado a la ciudad desde la primavera de 2022 y al menos un tercio de estos está al cuidado de las autoridades municipales en los 200 refugios de emergencia y albergues que ya alcanzaron su capacidad límite.