La agencia de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), informa que decenas de miles de somalíes desplazados por la sequía y la hambruna están huyendo a Mogadishu en una búsqueda desesperada de alimentos, agua, albergue y otras ayudas.
La vocera de ACNUR Vivian Tan, dijo que más de 100.000 personas llegaron a Mogadishu en los últimos dos meses, y reportó escenas caóticas durante la distribución de alimentos y agua.
“Hubo algunas agresiones en la distribución de alimentos”, explicó Tan. “No eran alimentos de nuestra agencia, sino de donaciones de organizaciones locales. La gente se empujaba, corría en masa. Hubo incluso algunos disturbios, y básicamente, lo que nos preocupa es que la gente más débil y vulnerable no pueda conseguir nada porque no puede ponerse delante de la multitud, ellos están en riesgo de no obtener nada”, dijo preocupada.
El Programa Mundial de Alimentos (WPF) anunció el inicio, este miércoles 27 de julio de 2011, de un puente aéreo de alimentos para el Cuerno de África.
Los primeros vuelos irán a Mogadishu, la capital de Somalia, luego al este de Etiopía y el norte de Kenia cerca de la frontera somalí. La ONU ha llamado a personal de otras partes del mundo para responder a la crisis.
Amina Hussein es una de las desplazadas por la sequía en Somalia dijo que “hemos sido desplazados por una sequía como no se ha visto en más de medio siglo. Tenemos niños enfermos aquí en el campamento y hasta ahora no hemos recibido ninguna ayuda. Necesitamos ayuda urgente”, clamó.
La ONU dice que solo en Somalia, una tercera parte de la población podría morir de hambre. La organización realiza una conferencia de donantes en Nairobi, la capital de Kenia con el fin de recolectar $1.600 millones de dólares para combatir el hambre durante los próximos 12 meses.
Lucha contra las sequías
Mientras tanto, en Washington, un grupo de expertos analizaron las lecciones del pasado para luchar contra las severas sequías.
Frederic Mossaeu, director de políticas del Instituto Oakland, en California, dice que las mejores prácticas están limitadas porque la ayuda a las zonas afectadas comenzó a llegar tarde.
Según el experto, “no hay una solución mágica. Vamos a tener que usar las formas tradicionales de responder a las emergencias, con ayuda de alimentos, programas de emergencia nutricional y camiones de agua. Necesitamos establecer campamentos y aumentar las capacidades, especialmente en Kenya”, advirtió.
Mosseau agrega que lo necesario ahora es instar a los donantes a ayudar a las agencias de la ONU, a las organizaciones no gubernamentales y a los gobiernos a crear una respuesta rápida para la emergencia actual.
Los expertos también dicen que es importante sacar a las víctimas de los campamentos lo antes posible una vez que son salvadas y darles dinero, semillas y ganado para que puedan retornar rápidamente a su estilo de vida cuando termine la sequía.